El Celta se queda con los cinco fichajes. Cuatro que llegaron durante el mes de julio y Jon Aurtenetxe que completó el círculo hace un par de semanas. De ellos tres llegan en propiedad del Celta (en el caso de Nolito el 40 % del pase) y dos como cedidos: Rafinha y Aurtenetxe.
A lo largo de la última jornada del mercado estival los únicos nombres que saltaron a la palestra, amén de los manidos, fue el del mallorquinista Pereira, que finalmente acabó en el Granada en calidad de cedido. Por el medio estaba el interés del Mallorca por incorporar a Fabián Orellana, por quien también se interesó el Recreativo. El chileno, como estaba cantado, no salió en el mercado estival y al igual que Túñez se queda.
También se apuntó que en la operación entraba el Valladolid, ya que los bermellones querían hacerse con los servicios de Manucho.
Al mismo tiempo, volvió a aparecer un clásico de cada mercado como Miku, pero aunque hubo algún contacto, al final, el jugador se queda en el Getafe, a donde volvió después del año de cesión en el fútbol escocés. El resto de los nombres fueron cayendo a lo largo de la jornada. Piatti, lesionado para cinco semanas, se queda en Valencia. Cuenca, también lo hace en el Barcelona y la vía madridista, con Casemiro y Jessé como nombres propios, tampoco ofreció ningún rédito positivo.
La conexión con el Barcelona y el Real Madrid siempre estuvo presente en todas las operaciones del conjunto vigués, pero solo fructificaron con el cuadro culé en la cesión de Rafinha Alcántara.
De todos los nombres que volvieron a aflorar en el final de mercado en más manido era el del Piatti, un futbolista que el Valencia quería colocar en algún equipo a todo costa pero a coste cero, buscando que alguien pagase los 1,2 millones que tiene de ficha.
Fabián Orellana tampoco encontró acomodo y también se queda en el Celta