Las comparsas apuran en nueve días sus seis meses de trabajo

María Conde PONTEVEDRA / LA VOZ

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Amoriños y Os do Val do Lérez regresan al desfile tras el impás del 2013

19 feb 2014 . Actualizado a las 13:58 h.

A nueve días para el arranque del carnaval, hay ganas de fiesta entre las comparsas. Al menos diez ya han comunicado al Concello que estarán en el desfile del día 1 de marzo. Y entre ellas, una lo aguarda de manera especial, Amoriños de Bora. El pasado año la agrupación pontevedresa tuvo que suspender su participación en el entroido por el fallecimiento de uno de sus miembros más queridos, su abanderado José González Diéguez. La decisión se tomó cuando ya estaba el material comprado y los trajes a medio hacer. Así que este año, como dice su portavoz, José Corbacho, han tenido más de un año para preparar su regreso con la tranquilidad que no habían tenido en sus 23 participaciones anteriores.

Habitualmente septiembre es el mes en que las comparsas empiezan a dar sus primeros compases para preparar el entroido. «Este año teníamos todo guardado y hemos llegado por primera vez sin agobio. Al tener más tiempo hemos ido añadiendo alguna cosa más al vestuario y también hemos ido con más calma para preparar la murga», explica Corbacho. En total, su implicación en la fiesta no bajará, según afirma, de los 12.000 euros, que se sufragan con el bote acumulado de otros años, las rifas que venden los miembros de la comparsa en Navidades y las propias cuotas. La mayor parte del presupuesto se va, por supuesto, en el atuendo que lucirán los sesenta miembros de la agrupación. Y en este, telas y plumas se llevan la palma. Entre las últimas, las de mayor tamaño, por ejemplo, valen un euro la unidad. «Ya tenemos ganas de que llegue», señala Corbacho, que destaca que lo único que han tenido que cambiar son los temas de la murga, porque algunos quedaban ya atrasados, «aunque la crisis sigue...».

Otra comparsa que reaparece tras el mismo paréntesis son Os do Val do Lérez, que también se quedaron a las puertas del carnaval el pasado año por el fallecimiento de un allegado al grupo, aunque sí habían estado en el concurso de murgas y la parodia. El hecho de que no saliese la comparsa motivó que varios de sus integrantes pasasen a otras y este año el llamamiento que realizaron dio sus frutos. Saldrán entre 75 y 80 miembros «y hay muchas ganas de volver a salir a la calle, en el que para algunos será su debut en el carnaval», señala Johnny Güimil.

Llevan dos meses trabajando y desde este febrero a destajo para que todo esté a punto en nueve días. Bastante más apurados están Os Solfamidas. «Este año empezamos más tarde, en noviembre, y estamos que no llegamos, nos falta bastante», explica Lito Rodríguez. Ellos son 68 y proceden de Campo Lameiro. Actuaciones previas, publicidad, y las aportaciones de cada uno engrosan su presupuesto anual, de unos 20.000 euros. «Llevamos diez años de vida y diez años en el desfile pontevedrés», añade. Para ellos son dos semanas frenéticas, con presencia en Pontevedra, Noia, Santiago, A Coruña o Muros. Aunque Rodríguez cree que fuera del mundo de las comparsas, el ambiente de carnaval aún es tibio, destaca que para quienes están dentro «es un momento para olvidarse de todo, hacer el loco y divertirse...».