La entrada triunfal de Suárez

Toni Silva BETANZOS / LA VOZ

FIRMAS

El presidente anota las peticiones del alcalde De la Fuente.
El presidente anota las peticiones del alcalde De la Fuente.

En 1980 el presidente reactivó durante una fiesta de la sala Rey Brigo de Betanzos la construcción de la circunvalación de la ciudad

05 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Abstráigase por un momento de la llamativa foto superior, de la entrada triunfal de Adolfo Suárez en la sala Rey Brigo de Betanzos. La fotografía de abajo pertenece al mismo acto en 1980, tiene menos enjundia compositiva pero, en cambio, es especialmente reveladora. Adolfo Suárez tiene un bolígrafo en la mano y apunta una única petición que le formulan los dos hombres que tiene justo a sus espaldas. Son el alcalde de Betanzos, Vicente de la Fuente y el secretario de la agrupación local de la UCD, Manuel Rivera. «Iba muy lento el proyecto de la circunvalación entre A Angustia y Queirís, el tráfico atravesaba Betanzos, y le urgimos a que se acelerase esa infraestructura», explica Rivera. Entonces Suárez, mientras anotaba, se dirigió a su ministro de Obras Públicas, Sánchez Rof, que se sentaba enfrente.

-Ministro, cómo está este tema.

-Bien, bien, ya están las actas previas.

-Pero dame una fecha, que estos me están apretando.

-Yo creo que septiembre.

-Ya habéis oído, en septiembre, y si no cumple me avisáis.

Según relata el propio Rivera, no hizo falta llamar. Aquello fue mano de santo y aceleró la construcción de ese vial tan urgente para Betanzos. ¿Y cómo desembarcó Adolfo Suárez en la sala Rey Brigo un sábado por la tarde? Vayamos ahora sí a la imagen superior. Se le recibió con todos los honores, en un recinto que acogía en ese momento a 1.200 personas. Se gestó como un homenaje al senador local Manuel Iglesias Corral, pero el número de anotados era tan alto que llamó incluso la atención en Madrid. «Cinco días antes nos llamaron de La Moncloa y nos dijeron que vendría el presidente a nuestro acto aprovechando una visita a la central de Meirama», recuerda Manuel Rivera. Así, anunciada la presencia de Suárez, el acto se recondujo como el Día del Afiliado. Adolfo, de cuya vida y milagros políticos han sido repasados generosamente en los últimos días, recibió ese día como recuerdo un pequeño hórreo de barro. «Se mostró encantador con todo el mundo, me decía: ??es que esto es lo mío, yo tengo que estar con la gente??», recuerda Rivera. Años después su hijo, Adolfo Suárez Illana rendiría más de una vista a Betanzos, entre ellas, para presenciar el globo, gracias a su noviazgo con una joven de Bergondo.

Y Calvo Sotelo

Aquel lleno absoluto se olvidó en la UCD. En las siguientes elecciones autonómicas, Leopoldo Calvo Sotelo daría en Betanzos el pistoletazo de salida a la campaña. También al marqués de Ribadeo le tocó sentir la presión del alcalde De la Fuente y Rivera. En una de sus visitas hicieron parar la comitiva en el Carregal para pedirle la cesión por parte del Ministerio de Agricultura de aquellos terrenos donde hoy se alzan las instalaciones deportivas. «Sacó su bloc y lo anotó todo, era muy puntilloso -recuerda Rivera-; y resolutivo: Agricultura cedió las parcelas rápidamente».