Ed Sheeran superó al omnipresente «Despacito» de Luis Fonsi en la lista de temas más oídos en Spotify del 2017. Se trata de todo un fenómeno de fans que arrasa con su desconcertante sencillez
22 dic 2017 . Actualizado a las 16:57 h.No deja de ser curioso que las dos principales estrellas del pop británico actual se escapen bastante del canon que se espera de ellas. Tenemos por un lado a Adele, desafiando todos los presupuestos sexis de la pasarela, las coreografías espectaculares y las ocasionales salidas de tono que exige el guion. Frente a ella, se encuentra Ed Sheeran, un pelirrojo de tez pálida y una cara de buen chaval que nada tiene que ver con los cantantes que normalmente colgaban de las paredes adolescentes. Su normalidad resulta tan apabullante que parece que, de un momento a otro, nos vaya a decir que no, que él no es el que va a subirse al escenario.
Los dos arrasan. Y el segundo ha sido uno de los artistas del año con la única sombra de la autora de Rolling in The Deep. De hecho, cuando se valora el estatus en la industria de Ed Sheeran se suela decir que su nivel tan solo lo supera Adele. ¿A qué nos referimos? Pues al máximo. Vaya por delante un dato: este cantante ha sido lo más escuchado del año en Spotify. Incluso por encima del mítico Despacito, su canción Shape Of You ha logrado que se haya activado en esta plataforma un millón y medio de veces.
¿Que tiene esa pieza para lograr que la gente esté dándole al play sin parar? Pues se trata de una canción que adapta su habitual pop de poso acústico con cierta caricia soul a un tono tropical. Todo para trenzar una pieza de amor y deseo, que no esquiva tópicos («y ahora mis sábanas huelen a ti»), sonando amable y fresca a partes iguales. Si su remezcla en clave tropical house es uno de los puntos calientes de las noches discotequeras, el original se ha convertido en la sintonía en bucle de miles y miles de habitaciones juveniles.
Desde la crítica seria se le mira un poco por encima del hombro, como suele ocurrir. Se le tacha de artista inofensivo (curioso reproche). Se le adjetiva de dulzón. Y se le relega al cajón de la música olvidable. Frente a ello se encuentran sus seguidores, crecientes desde que a principios de la década diera la campanada con + (2011). Aquel The A Team, que lo abría cantando sobre la penosa vida de una adicta al crac, caló. Luego llegó Everything Changes coescrita con Taylor Swift y multiplicando su proyección. Y, poco después, sus composiciones para One Direction. En un abrir y cerrar de ojos, el chico ya era una figura.
La confirmación de todo ello llegaría con X (2014). Un tema como Thinking Out Loud (que ganó Grammy a la mejor canción en 2015) lo marcaría. Ahí se encuentra todo lo que nos viene a la mente cuando pensamos en Ed Sheeran: romanticismo, pop de trazo suave, pinceladas de música negra (¡a veces parece que vaya aparecer Tracy Chapman en cualquier momento!) y armonía sin estridencias. Las ventas de ese segundo elepé superaron las dos millones de copias y, sí, solo Adele lo rebasó con su 25 en el 2015.
El idilio con las grandes audiencias se mantiene, quitando cualquier sospecha de fenómeno de temporada. ÷ (2017) es su último trabajo. El de la citada Shape Of You. El de la balada Perfect (que tuvo una segunda lectura en formato dúo con Beyoncé). Y el de la, por momentos, semirrapera Galway Girl que termina en un luminoso estribillo. En definitiva, el álbum que (casi) todo el mundo quiere escuchar y que, por ahora, no ha dado señales de agotamiento. El que lo ha convertido en el artista del año para un público general que adora su extraordinaria normalidad.