Alonza Bevan, bajista de Kula Shaker: «En los noventa, algunas pensaron que éramos un poco raros y aquí seguimos»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

FUGAS

Paul Winterhart, Alonza Bevan, Crispian Mills (sentado) y Jay Darlington, músicos de Kula Shaker.
Paul Winterhart, Alonza Bevan, Crispian Mills (sentado) y Jay Darlington, músicos de Kula Shaker. Cedida

El artista británico repasa la trayectoria de la banda, que tocará en el OUR Fest este sábado

19 oct 2023 . Actualizado a las 17:35 h.

El grupo británico Kula Shaker es uno de los cabezas de cartel de esta edición del OUR Fest. En esta ocasión, el festival ourensano, patrocinado por la Xunta y la Diputación de Ourense, apuesta por el rock y, más concretamente por la producción del britpop. Junto a esta banda actuarán en Ourense este sábado grupos como Suede y artistas como Buxter Dury.

Crispian Mills, Alonza Bevan, Paul Winterhart y Jay Darlington componen Kula Shaker. El grupo acercará a Galicia sus temas, en los que demuestra por qué, treinta años después de empezar su carrera, sigue llevando el rock psicodélico en las venas. La cita con su música, que está inspirada con toques propios de la cultura de la India, será este sábado en Ourense, desde las cinco de la tarde en el espacio exterior de Expourense. Las entradas, que tienen un precio de 30 euros, pueden comprarse a través de la web de Ataquilla.

El bajista de la banda, Alonza Bevan, se muestra entusiasmado con la cita en Galicia.

—Su primera actuación en directo fue en 1993. Precisamente treinta años después siguen subiéndose a los escenarios. ¿Es el mismo público el que tararea sus canciones? ¿Cómo ha evolucionado su audiencia?

—Siempre tuvimos una buena mezcla de gente extraña en nuestros conciertos de antaño, viejos y jóvenes, todos bastante excéntricos. Nada ha cambiado mucho, salvo que los jóvenes aún no habían nacido cuando salió nuestro primer álbum, K, y que los viejos hippies están ahora sobre el escenario porque somos nosotros.

—Y el grupo, ¿cuál diría que es su evolución en estas tres décadas?

—Nuestros primeros conciertos eran frenéticos y caóticos, cuando tocábamos en pequeños pubs y clubes de Londres y alrededores. Todavía tenemos esa sensación de caos y peligro, pero ahora hay un poco más de luz y sombra.

—¿Cuál es el mejor álbum de Kula Shaker? El más esencial, ese que debe escucharse el que quiera conocerlos en unos cuantos temas.

—El mejor disco de Kula Shaker es el que cada una prefiera. Yo no tengo un favorito, ya que son todos diferentes, individuales, y escoger uno sería como preferir a un hijo en lugar de a otro. Tardamos como unos dos años en escribir nuestro primer disco, K. Lo hicimos cuando vivíamos todos juntos en el norte de Londres. Creo que ese trabajo todavía da una buena idea de dónde viene la banda.

—En este festival comparten cartel con Suede, otra banda emblemática de lo que conocemos como britpop, ¿qué queda de esa generación de grupos?

—Toda la gente que conozco de esos días todavía se dedica a hacer música diferente. Siempre me pareció curioso que ninguno de los grupos que fuimos etiquetados como britpop sonáramos igual.

—El suyo es un rock diferente. Desde el principio se arriesgaron apostando por sonidos tradicionales de la India. Y salió bien. ¿Cree que funcionaría igual hoy en día?

—En los noventa algunas personas pensaron que éramos un poco raros y aquí seguimos. Ahora todo el mundo hace yoga y se vuelve vegetariano. Afortunadamente el amor espiritual nunca pasa de moda.

—¿Qué escuchan los Kula? Dentro de los grupos emergentes, ¿les gusta el sonido de alguna banda en concreto?

—En la carretera y específicamente en el camerino escuchamos música folk india y también nos tragamos el calentamiento vocal de Crispian —Mills, vocalista del grupo—. Los cuatro estamos todavía un poco atascados en el siglo XX e, de hecho, incluso en los años noventa escuchábamos música que tenía más de treinta años.