Compos y Racing se repartieron imprecisiones, puntos y goles (1-1)

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO

FUTBOL GALLEGO

SANDRA ALONSO

Lima marcó a balón parado y Cuéllar empató de cabeza poco antes del descanso

16 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Compostela y Racing ofrecieron un derbi intenso pero impreciso en el que se repartieron el dominio, el control del juego, los errores y también los puntos. De tal modo que los dos siguen anclados en la zona baja de la clasificación. Compareció el conjunto departamental fiel a sus señas de identidad, con la defensa muy adelantada, cerca de la línea que divide en dos mitades el rectángulo de juego. Presionó con valentía al Compostela y confío su ataque a la inspiración y el buen hacer de Cuéllar junto a la brega y la velocidad de un Uche incansable. Pero exploró poco las entradas por las bandas y le costó engarzar el fútbol desde atrás, por lo que buscó con frecuencia los desplazamientos largos. En el Compos, Juanito se recuperó a tiempo y al final Óliver fue el elegido para defender la portería. Luis Ángel Duque volvió al sistema 4-4-2 y el equipo saltó al campo muy centrado. Supo buscar los espacios libres, superar la presión del Racing y llegar a la portería de Bello Amigo. Pero le faltó contundencia para rentabilizar el dominio en la primera mitad. Las dos primeras aproximaciones fueron producto de un par de robos de balón en el círculo central. Pero un pase de Juanito no encontró rematador mientras que, en la segunda acción, Maikel engatilló desde la semiluna un gran pase de Fabiano y el balón salió ligeramente desviado. Poco después, en el minuto diez, Lima trazó una diagonal con la precisión de un láser, Aguado le ganó la espalda a Raúl López por la derecha, cruzó hacia el segundo palo y Maikel, que llegó algo forzado, remató fuera. En diez minutos los locales firmaron tres llegadas y forzaron otros tantos saques de esquina. El Racing no acababa de encontrar su sitio y al Compos le faltaba un plus de efectividad en los metros finales. Se fueron equilibrando las fuerzas y en un tramo de sólo tres minutos llegaron los goles, en un par de acciones aisladas. Falta afortunada Lima marcó de falta indirecta, con la fortuna de que el balón tocó en la barrera. Tres minutos después, en el cuarenta, Graieb se fue de la marca de Jesús, trazó un pase soberbio y Cuéllar, muy solo, dibujó un escorzo impecable para conectar un testarazo ante el que nada pudo hacer Óliver. Al filo del descanso se lesionó Maikel y esa circunstancia fue determinante. Porque el Racing, en la segunda mitad, apretó y durante algo más de un cuarto de hora tuvo al Compos contra las cuerdas. En cuanto los santiagueses se atascaron al darle salida al balón los departamentales se adueñaron del juego. Pero, como le pasó a los locales en el primer tiempo, al Racing le faltó precisión en el área. Incluso dilapidó un penalti. Toril ajustó al palo izquierdo, a media altura, sin mucha fuerza. Y Óliver voló para enviar a córner. Poco antes se había lesionado Adriano. Y poco después también se tuvo que retirar Fabiano. Entró Fidalgo y con él sobre el césped el fútbol santiagués ganó velocidad y verticalidad. Luis César optó por retirar a Graieb a falta de un cuarto de hora para ubicar a Uche en la banda derecha y a Delgado en la punta de ataque. Pero se fueron consumiendo los minutos, sin tregua y con alternativas, en un derbi movido e incierto al que le faltaron pólvora y precisión en las áreas.