Víctor Nogueira: «Es una absoluta temeridad promover el cierre de industrias»
LA GALICIA ECONÓMICA
El presidente de la Asociación Gallega de Empresa Familiar destaca que el industrial «es el empleo más difícil de crear y el más difícil de recuperar»
05 feb 2022 . Actualizado a las 15:36 h.Víctor Nogueira (Santiago, 1957), presidente de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar y del Grupo Nogar, ve una oportunidad también para la pyme en los fondos europeos si se conjuran algunos de los problemas con los que se topa este tejido empresarial: el exceso de burocracia, la fiscalidad y el tamaño de la empresa familiar. Pero le preocupa especialmente otra pata imprescindible para la pyme, una fuerte industria en la que apoyarse, hoy, alerta, en riesgo.
—¿Qué supone el riesgo de desindustrialización para la pyme?
—Por desgracia tenemos experiencia en Galicia de lo que supone perder industria. El empleo industrial es el más difícil de crear y el más difícil de recuperar. Creo que tenemos ejemplos suficientes, como ha sido el proceso de Ferrolterra, que todavía sigue pagando la desindustrialización. Con lo cual, las consecuencias pueden ser catastróficas.
—Usted se ha posicionado activamente en el último debate en Galicia sobre ello: el de Ence.
—Es una absoluta temeridad e irresponsabilidad promover el cierre, insisto, cierre, sin plantear alternativas. Los promotores de estas iniciativas lo mínimo que tendrían que haber hecho es haber planteado una alternativa para un motor económico tan importante como es Ence en la comarca de Pontevedra
—¿Qué efectos tendría?
—La gran perjudicada va a ser Pontevedra y su entorno. Los grandes perjudicados serán los ciudadanos de Pontevedra. Ence tendrá otra ubicación y será lejos de Pontevedra. ¿Quién va a ser el perjudicado? El comercio, la gasolinera, la hostelería, las auxiliares... el impacto va a ser importantísimo e irreversible, si es que se produce.
—El escenario es ahora judicial.
—Hay presentados once recursos, nosotros somos actores desde el Grupo Nogar. No hay que perder la esperanza y tener respeto por los tiempos judiciales. Respetemos ni más ni menos que al Tribunal Supremo. Y yo soy verdaderamente optimista en cuanto al futuro judicial, pese a que los incentivadores de la economía de la pobreza están torpedeando otras medidas, como la adscripción de los terrenos de Ence al Puerto.
—¿Serán los fondos europeos los reactivadores de las pymes?
—Es uno de los grandes desafíos. La gestión de los fondos europeos están teniendo problemas. Primero de plazos y también de gestión. Me preocupa si la Administración va a tener la capacidad de gestionar la enorme cola de proyectos. O si los fondos se van a centrar básicamente en algunos proyectos muy grandes y se van a olvidar de las pymes. Los fondos yo creo que tienen un error a la hora de ser reactivadores porque se ha constreñido demasiado hacia dónde enfocarlos. Haría falta cogestión de las comunidades para poder llegar a más empresas y fundamentalmente a las pymes. Un proyecto de mil millones siempre se va a estudiar. El problema es para todas aquellas pymes que podrían ser beneficiarias de planes de uno o dos millones de euros. Lo más preocupante es esa capilaridad.
—Tras el golpe de la pandemia, ¿cuál es el futuro para las pymes?
—Somos de las economías con más pymes de Europa. Nos hemos encontrado en estos últimos tres años con una tormenta perfecta. La pandemia, criterios ideológicos, muy respetables, pero que están provocando una escalada disparatada de los costes energéticos. Y el problema de los costes logísticos. ¿Quiénes son los que más sufren?, las pymes, que muchas veces no tienen capacidad de repercutir el coste del producto sobre los clientes. El componente energético es también ahora un disparate, también para la gran industria. El cierre abrupto de fuentes energéticas me parece que ha sido una decisión poco meditada. En esta tormenta no se puede promover el cierre de industrias. Lo que es absurdo es: cierro una industria como Ence y tengo que invertir seiscientos millones para replicar lo que ya había.
«La empresa familiar tiene un plus de resistencia mayor»
Nogar es un ejemplo atípico de empresa familiar, atendiendo a la propia radiografía que hace Víctor Nogueira del sector en España. Después de más de sesenta años dedicada a la actividad portuaria, la logística y la comercial, el Grupo Nogar mantiene una estructura íntegramente familiar desde la que ha logrado un crecimiento internacional.
—Esta no es la radiografía tipo de la empresa familiar.
—El 80 % del empleo en España lo genera la empresa familiar. Los retos son los propios de cualquier compañía, pero yo diría que el crecimiento es uno de los más importantes. Para que perviva la empresa familiar es muy importante que crezca. Hay que generar mecanismos que incentiven el crecimiento. Si comparamos el tamaño de las firmas familiares españolas con las de países europeos la distancia resulta abismal.
—¿Cómo impulsar este crecimiento?
—La fiscalidad es muy importante. Se precisa una barrera de protección a la empresa familiar en materia de fiscalidad, tanto desde el punto de vista patrimonial como desde el punto de vista sucesorio, para que cuando llegue ese terrible momento se faciliten las cosas al máximo. La empresa familiar tiene un plus de resistencia mayor, pero necesita apoyo.
—¿Son necesarias políticas específicas?
—La burocracia es precisamente uno de nuestros principales problemas. Tenemos un millón de páginas anuales de legislación en boletines oficiales. ¡Un millón! Cualquier empresa mediana es imposible que atienda a este intervencionismo a veces en las cuestiones más nimias. No podemos medir la productividad de los parlamentos por el número de leyes que promueven, tendría que ser al revés, por el número de leyes que retiran o unifican para facilitar las cosas. Hoy por hoy es imposible para cualquier empresario mediano o pequeño, insisto, abarcar esto. La Administración tiene que estar para defender a la empresa, ayudarla y empujarla. No se puede esperar durante años a recibir una licencia. Es necesario una reducción del intervencionismo de las Administraciones. De todas. No olvidemos el enorme peso que tiene también la administración local en la vida de la empresa. Tamaño fiscalidad y burocracia. Son los tres grandes retos.