Tan sólo cinco estados de la Unión, entre ellos España, traspusieron la directiva de inspección a petroleros El Tribunal de Justicia europeo podría imponer multas millonarias a los infractores.
25 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?iez países de la UE han demostrado con los hechos que no se toman en serio la seguridad marítima. Esta es la conclusión que se desprende de su pasividad a la hora de trasponer a sus legislaciones domésticas las directivas de seguridad marítima contenidas en el paquete Erika I , en vigor en la Unión Europea (UE) desde el 22 de enero del 2002 y cuando se cumplen más de tres años de que fueran propuestas a raíz de la catástrofe del Erika . Con la tragedia del Prestige aún en la retina, la Comisión Europea no está dispuesta a permitir que los países de la Unión continúen ignorando las directrices europeas en seguridad marítima y transporte de crudo, y ha presentado una denuncia ante el Tribunal de Justicia europeo contra los estados que aún no adaptaron a sus legislaciones el paquete normativo Erika I . Este primer peldaño legislativo está destinado fundamentalmente a mejorar la inspección portuaria de buques -en especial los que transporten productos petrolíferos-, aumentar el control de las sociedades de clasificación y acelerar la retirada de los petroleros monocasco. Fuera de plazo El plazo para incorporar esta legislación terminó el pasado 22 de julio para Austria, Bélgica, Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suecia. Inmediatamente, la Comisión ha puesto en marcha el denominado proceso de infracción ante el Tribunal de Justicia europeo. El dictamen judicial puede acarrear multas millonarias para los países rezagados «en caso de que persistan en la no aplicación de las directivas», aclara la Comisión. La normativa debe ser traspuesta también por países que no son costeros, como Austria o Luxemburgo, pues afectaría a industrias con intereses marítimos radicadas en esos países. El incumplimiento es parcial en el caso de Bélgica e Irlanda, que sí adoptaron la directiva referida al control portuario. Y también para Holanda, que ya supervisa a las clasificadoras. Tan sólo España, Reino Unido, Dinamarca, Alemania y Francia han sido diligentes a la hora de aplicar los nuevos parámetros de revisión de buques y sociedades de clasificación, así como en notificar su trasposición a Bruselas. Pero tampoco esto significa que estos países cumplan a rajatabla la normativa europea. Francia, por ejemplo, fue denunciada ante la Justicia europea por no alcanzar el umbral del 25% en el número de buques inspeccionados. La lentitud de los otros diez países miembros es aún más evidente cuando la Comisión de Transportes, tras el accidente del Prestige , ya ha endurecido algunas de las directivas presentes tanto en el Erika I como en el Erika II . Compromiso de De Palacio Esta situación ha vuelto a ser duramente criticada por la comisaria de Transportes y vicepresidenta de la Comisión, Loyola de Palacio. «Esta legislación debe ser traspuesta en su totalidad. La Comisión, como guardián de los tratados de la UE, hará todo lo que esté en su mano para impedir que una tragedia como la del Prestige vuelva a repetirse», asegura De Palacio en la nota oficial de la Comisión que informa sobre la denuncia.