El puerto de Vigo culminará su plan de ampliación con un World Trade Center

GALICIA

El centro, contiguo al Auditorio, tendrá 2.000 plazas de aparcamiento y una piscina olímpica Rescatará 24.000 metros de Beiramar para un complejo de ocio y negocios que costará 89 millones.

11 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Un edificio acristalado en forma de ola en plena Beiramar es la guinda con la que el puerto de Vigo quiere culminar una ampliación que por un lado aumentará la operatividad de las terminales de mercancías y, por otro, recuperará la franja litoral para el disfrute ciudadano. Con el presidente de la Xunta como testigo, el responsable de la Autoridad Portuaria y ya candidato a la alcaldía por el PSdeG, Abel Caballero, presentó el plan de reordenación urbanística de los 24.000 metros cuadrados de Beiramar que ahora ocupan 22 empresas en suelo en concesión por el puerto. El proyecto estrella de Caballero es el denominado edificio Beiramar, en cuya parte superior se levantan tres bloques de disposición simétrica, que los arquitectos han querido identificar con bateas y en los que se acomodará el World Trade Center Vigo. La parte más difícil de la operación será la recuperación del suelo de las firmas concesionarias, ya que algunas de ellas tienen contratos vigentes hasta dentro de quince años. Pero Abel Caballero, que presume de tener todo bajo control, ya se ha comprometido a ofrecer parcelas para el traslado de las instalaciones de las firmas concesionarias, en la futura Plataforma Logística de Salvaterra. El plan dado a conocer ayer, y que Pérez Touriño calificó como el complemento de unión entre el puerto y la ciudad, carece de plazo, pero tiene presupuesto: 89 millones de euros que el puerto financiará de su bolsillo. Piscina olímpica, 2.000 plazas de aparcamiento, cines, centro comercial, biblioteca o pista de patinaje son sólo algunos de sus ingredientes lúdicos. Pero la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, que también asistió a la presentación, pregunta a Caballero «¿Hasta qué punto su proyecto es viable, y quién va a pagar el traslado de las 22 empresas». Según Porro, es un plan «poco riguroso, que además no es nuevo y que carece de estudios de viabilidad».