Acaba de hacer una incursión en el cine con un papel en «El Ekipo Ja»; el buen humor es su herramienta de trabajo
28 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.En la película El Ekipo Ja, dirigida por Juan Muñoz, de Cruz y Raya, interpreta a un gallego fanfarrón venido a más. Jacobo Pérez Paz (Santiago, 1969) es un tipo grande en muchos sentidos al que se le reconoce, sobre todo, por un detalle: una interminable sonrisa. -Humorista en Radio Voz; concejal del PP en Santiago; el mejor imitador de Fraga que se conozca... ¿Se me queda algo? -Miembro de la junta directiva del Club de Regatas Galicia, en Vilagarcía; actor radiofónico con el programa decano de la radio, Corre Carmela, ininterrumpidamente, desde hace dieciséis años; miembro del Consello Forestal de Galicia; miembro del consejo de administración del Auditorio de Galicia; miembro de la Comisión Nacional de Deportes del PP; miembro del consejo de administración de la empresa de espectáculos y actividad deportiva del Multiusos de Sar... -¿Ya? -Y miembro de la comisión del Refuxio de Animais del Concello de Santiago; coordinador general del Centro de Referencia do Cabalo Galego; coordinador de la Asociación de Criadores de Cabalos de Pura Raza Galega; y miembro de la directiva de la Asociación de Burros Fariñeiros y del Poni Club Galicia. -Pues muchas gracias, acabamos la entrevista; ya no queda sitio para más. -[Carcajada] -Su personaje en «El Ekipo Ja» también anda sobrado de cargos... -Es un gallego afincado en Madrid, un tío con mucha pasta y con muchos títulos. Un gallego venido a más al que le gusta lucir todas sus condecoraciones. En cualquier caso, tiene más condecoraciones el alcalde de Teo, Armando Blanco; más que el propio rey Juan Carlos. Si las luciera todas de golpe no mantendría el equilibrio. -Cine familiar, en cualquier caso... -Es una película para las tres generaciones. Para ir al cine a reír, nada más, sin sacar conclusiones. Entretenimiento puro para comer palomitas y ver a Los Chunguitos vestidos como el Equipo A. -Hay mucho cameo de artistas conocidos... -Aparecen Santiago Segura, Antonio Canales, Gabino Diego, Miguel Ángel Muñoz y esa interpretación del Dios de los Gitanos que es José Mercé. Yo soy un admirador del flamenco, no del Himno Gallego en flamenco. -¿Cómo se mete un concejal a hacer cine? -En Estados Unidos, Schwarzenegger puede llegar a gobernador, pero aquí eres un bicho raro. Ser normal en política es, a veces, ser diferente. Yo no aspiro a ser gobernador de California. Pero a mí nadie me ha regalado nada. -¿Cachondo mental? -No me da tiempo a serlo. ¡Ojalá pudiera pasarlo bien! -Pero de sentido del humor anda sobrado... -Es que si no lo tienes, con la política que nos toca vivir, te mueres. En el Corre Carmela que chove, que es una radiografía semanal de la política de este país, y del otro, decimos con imitadores lo que a los políticos les gustaría decirse, pero no se dicen. -En su imitación de Fraga, parece usted la reencarnación en vida de don Manuel... -¡Es que lo soy! No, no lo soy; no le llego ni a la suela de los zapatos. Pero sí que es un hombre que imprime carácter y ritmo de exigencia en el trabajo. Esa manera de trabajar de Fraga llegó a absorberme de tal manera que cuando llegaba al Corre Carmela que chove, no soportaba que los compañeros se retrasasen ni un minuto. Si eso pasaba, le decía a Siro López: [Habla como Fraga]: «¡Sirolopezyo memarrcho!». -¿Como lleva Fraga que usted le imite? -Sólo hay una persona que no admitió ser imitado, y fue Paco Vázquez. Fraga tiene un gran sentido del humor. -¿Es un tipo familiar? -Sí. Vivo con mi madre y soy muy niñeiro, disfruto mucho de mis sobrinos. -Con tanta actividad, a su novia la ve por teléfono... -Estos días me sigue por la prensa [se ríe]. He llegado a pedir que los días sean de 48 horas, pero no se me hizo caso. -¿Algún complejo? -Ninguno. Si no, no haría cine, ni política, ni nada de lo que estoy haciendo. Sí que tengo mis limitaciones; nunca me vestiría de bailarina del Bolshoi; yo nunca bailaría ballet.