Encierra a sus caseros y reclama la mediación de Ana Rosa Quintana

GALICIA

Retuvo al matrimonio en su piso más de una hora y anunció que no lo liberaría mientras no apareciera la presentadora y arreglase sus diferencias con el alquiler

25 nov 2008 . Actualizado a las 02:17 h.

Una vecina de Lugo retuvo durante más de una hora a sus caseros en el interior de su vivienda. La inquilina encerró a la pareja, él de más de 70 años, y exigió para liberarla la presencia de la presentadora de televisión Ana Rosa Quintana en su propia casa. Se supone que quería que acudiera para explicarle el problema y tratar de que mediara en él y aportara una solución mediática, como tantas veces había visto hacer desde el otro lado de la pantalla a la protagonista de El programa de Ana Rosa .

El matrimonio había acudido a la vivienda de M.?L.?R.?B. a tratar de resolver unos problemas relacionados con el arrendamiento del piso. Ella amablemente los invitó a entrar y, una vez en el interior, pasó la llave y les dijo que de allí no salía nadie hasta que no se presentara la conocida presentadora de televisión.

La pareja secuestrada consiguió ponerse en contacto con su hija a través del teléfono móvil y esta fue la que avisó a la policía, que se personó en la vivienda de la calle Montero Ríos sobre las dos y media de la tarde. Los agentes emplearon más de media hora en convencer a la inquilina de que liberara a sus caseros, mientras esta insistía en que no los dejaría salir hasta que no apareciera la conocida como «la reina de las mañanas televisivas».

Después de una larga y complicada negociación, cuyo contenido no trascendió, M.?L.?R.?B., que se encontraba muy alterada, consintió en dejar libre al matrimonio. La mujer fue trasladada a urgencias del Hospital Xeral para ser sometida a un examen psiquiátrico, cuyos resultados no trascendieron. Posteriormente la llevaron a comisaría, donde tramitaron diligencias por un presunto delito de detención ilegal. La mujer pasó a disposición judicial ayer por la mañana.

Sin amenazas ni agresión

En la denuncia presentada por el matrimonio contra su inquilina no figura que en ningún momento les profiriera amenazas o que tratara de agredirlos. Posiblemente este era el gran temor de ambos cuando se vieron encerrados en el piso de su propiedad por la persona a la que se lo habían alquilado.

Marido y mujer habían aprovechado que era domingo para acudir a la vivienda con la intención de tratar sobre algunos asuntos relacionados con el alquiler, que no trascendieron, pero que posiblemente la inquilina consideró injustos. Esta no utilizó en ningún momento la violencia y se limitó única y exclusivamente a reclamar con insistencia la presencia de la presentadora de televisión para mediar en el conflicto.

Al parecer, los agentes que intervinieron en la liberación de la pareja de jubilados no llegaron en ningún momento ni a plantearse la posibilidad de ponerse en contacto con Ana Rosa Quintana para explicarle que una mujer de Lugo requería su presencia en un conflicto entre caseros e inquilina.

Lo que tampoco trascendió fue si finalmente la mujer hubiera aceptado que en lugar de Ana Rosa Quintana se hiciera cargo del problema con su casero alguno de sus colaboradores, por ejemplo, Belén Esteban, tan bregada en los líos de Ambiciones.

¿Preparado o improvisado?

M.?L.?R.?B. probablemente ansiaba poder sentarse en el sillón blanco junto a la conocida presentadora para explicarle su problema con todo lujo de detalles. Queda por saber si la inquilina tenía preparado el secuestro del matrimonio para incorporarse a la fiebre mediática con su ídolo, o si fue una reacción improvisada e impulsiva.