Rojo reúne de urgencia a los grupos para rebajar la tensión en O Hórreo

GALICIA

El PSOE y el Bloque no descartan nuevas acciones de protesta por la «arbitrariedade» de la presidenta

12 jun 2009 . Actualizado a las 02:45 h.

La brecha política que se abrió en el Parlamento gallego a raíz de la gresca y el posterior plantón que el pasado miércoles protagonizaron al final del pleno los dos grupos de la oposición -PSdeG y BNG- se ha convertido en el primer contratiempo de calado que tiene que afrontar la presidenta de la Cámara, la popular Pilar Rojo, que ha convocado para hoy de urgencia a los portavoces de los grupos políticos con el ánimo de rebajar la crispación que se ha asentado en O Hórreo. Y no lo va a tener fácil. Tanto el PSOE como el Bloque coinciden en denunciar la «arbitrariedade» con la que actúa la jefa del foro legislativo, y acudirán a verla con la lista de los agravios que dicen haber sufrido hasta el momento.

Socialistas y nacionalistas empezaron a cuestionar el papel de Pilar Rojo, con más o menos intensidad, al poco de que empezara a desempeñar sus nuevas funciones. Pero nunca habían ido tan lejos en su crítica como en el último pleno, cuando el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, se convirtió en el detonante del plantón.

La secuencia en realidad se inició el miércoles por la mañana, a las 10.24 horas, cuando el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, hizo una alusión velada a Guerra al preguntarse si apoyaría desde la Xunta la deslocalización de empresas, como habría hecho con las suyas. El conselleiro tuvo la oportunidad de intervenir dos veces por la tarde en el pleno sin hacer mención alguna a la alusión de Aymerich, aunque a las 19.42 horas sí acabo pidiendo la palabra por alusiones para replicar.

Las alusiones de Guerra

Rojo le concedió un nuevo turno, pese a las encendidas protestas del PSOE y el BNG, y Guerra aprovechó para defender sus negocios textiles, comparándolos con gigantes como Zara y Adolfo Domínguez, cargando de paso con vehemencia contra la oposición. En ese instante, la sesión plenaria perdió el timón, pues tanto el PSOE como el BNG tomaron la puerta, no sin que antes el socialista Xaquín Fernández Leiceaga, con un tono inusualmente crispado, advirtiera a Guerra de que se convertía en objetivo político por una presunta colisión de intereses, pues lo previno que desde su puesto de conselleiro tiene que tomar decisiones y conceder ayudas al sector textil.

Socialistas y nacionalistas no descartan tomar nuevas acciones para defender su labor parlamentaria, bien pidiendo amparo a la Mesa de la Cámara o recurriendo a la Justicia, pero Pilar Rojo expresó ayer su confianza en que el plante de la oposición obedezca a una «situación puntual» y remarcó que todos en el Parlamento tienen «dereito a expresarse en liberdade».

Eso es lo que hoy intentará transmitir a los grupos, en una reunión por separado con cada portavoz, para reconducir la situación en O Hórreo.