El delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, aseguró ayer que los índices de seguridad ciudadana sitúan a Galicia «en los puestos de cabeza de España y Europa» y subrayó que el esclarecimiento de delitos alcanzó en el 2009 «la tasa más alta de la década». Con un 55% de los casos resueltos, la comunidad gallega se sitúa 15 puntos por encima de la media estatal, y cerró el año con «cifras históricas», insistió el representante del Ejecutivo central en la inauguración en A Coruña de las jornadas La Ciencia al Servicio de la Investigación Criminal, que organiza la Jefatura Superior de Policía de Galicia
Louro atribuyó el éxito de las fuerzas de seguridad del Estado, entre otros factores, a la «labor minuciosa y callada de la Policía Científica», sin la cual, añadió «hoy resulta imposible una condena e incluso una imputación de cargos». Su evolución y desarrollo, de la mano del conocimiento científico y los avances tecnológicos, permitieron llevar a cabo a lo largo del año pasado en España 30.000 informes de ADN que permitieron identificar a 2.000 autores y esclarecer 2.500 delitos, algunos de ellos merced a la cooperación internacional en el marco europeo.
El jefe superior de Policía de Galicia, Luis García Mañá, puntualizó que a pesar del 55% de media, el índice de resolución de delitos supera el 90% en los casos más graves, como son los homicidios y las violaciones.
Tanto Louro como Mañá recalcaron la importancia de contar con recursos como el Laboratorio de ADN del cuartel coruñés de Lonzas, al frente del cual se encuentra el inspector Luis Hombreiro.
Este departamento, de referencia para Galicia, Asturias y parte de Castilla y León, analizó el año pasado 7.000 muestras de ADN de 2.000 casos distintos, entre ellos los de crímenes como los de Betanzos y Pontevedra.
De los dos mil asuntos analizados se extrajeron 1.600 perfiles de presuntos autores, 189 de los cuales fueron identificados. Los demás, pasan a formar parte de las bases de datos y registros policiales y podrían determinar, en el futuro, nuevas actuaciones e incluso detenciones en operaciones transfronterizas. Sucedió así el año pasado en dos ocasiones, cuando el perfil genético del sospechoso de un delito contra la libertad sexual, con menores como víctimas y perpetrado en Vigo, era el mismo que el de un acusado de una violación en el 2006 en Alemania. A la inversa, la policía austríaca identificó a uno de los miembros de la banda de asaltos a chalés en distintas zonas de Galicia, entre cuyas víctimas estuvo la diseñadora Kina Fernández.
El trabajo de los denominados CSI de Galicia permitió excarcelar a un procesado acusado de violación. El ADN demostró que no había sido él.