Junta y Fomento reembolsan en Aragón todo el peaje al no poder ofrecer una alternativa segura
GALICIA
La acción de los Gobiernos autonómicos en alianza con el Ministerio de Fomento resulta clave en media España para abaratar los peajes. En Galicia dicha posibilidad fue plasmada por el Gobierno de Zapatero y el bipartito para eliminar el peaje entre O Morrazo y Vigo y A Coruña y A Barcala, aunque el PP gallego asegura que Fomento solo pone seis de los 150 millones de euros que el ministerio destina al año a rebajar tarifas en toda España. Los populares ven con envidia las rebajas que se aplican en Cataluña, donde en algún tramo de la C-32 llegan al 100%, o las establecidas en Aragón entre los dos Ejecutivos socialistas, central y autonómico. El grupo Abertis suscribió con Fomento y el Gobierno aragonés un acuerdo por el que desde noviembre del año pasado se exime de peaje a los usuarios de la autopista vasco-aragonesa que transiten entre Gallur (Moncayo) y Zaragoza y viceversa, siempre que lo hagan en el mismo día y con dispositivo de Vía-T. La misma gratuidad se aplica también en el tramo aragonés de la AP-2 (Zaragoza-Tarragona), y en ambos casos, según el Gobierno autonómico, se justifica por la falta de alternativas viarias seguras, con las que no se contará hasta que se desdoblen dos carreteras nacionales del entorno. Ese criterio, el de la peligrosidad, no ha servido en cambio para liberar de peaje la autopista entre Vigo y O Porriño, pese a que la A-52 ha figurado año tras año entre los viales de mayor siniestralidad de España. Pero si el Gobierno de Aragón ha facilitado descuentos a 700.000 paisanos en el último año, lo mismo ha hecho la Diputación Foral de Guipúzcoa a los residentes en su provincia que utilizan la AP-1 (Burgos-Éibar) y la AP-8 (Irún-Bilbao). Con ocho viajes al mes estos logran un 25% de descuento, en un escalado que llega al 75% de rebaja desde el trayecto vigésimo primero, a lo que se añade 0,37 euros de descuento más por itinerario si la ida y vuelta se hace en el día.