El castillo de la Palma es víctima del saqueo y de los robos de metal

antón bruquetas FERROL / LA VOZ

GALICIA

El monumento de la ría de Ferrol está protegido desde el año 1945

18 feb 2011 . Actualizado a las 12:43 h.

El castillo de la Palma, una de las dos fortalezas que guarecieron en el pasado la entrada de la ría de Ferrol y donde estuvo recluido Tejero después del 23-F, agoniza hoy víctima de los saqueos. Los buscadores de metal revuelven, una y otra vez, en las entrañas del monumento para buscar algo de valor que puedan vender en forma de chatarra. El expolio de este elemento patrimonial, que fue declarado bien de interés cultural (BIC) en 1945, ha llegado hasta tal punto que los ladrones levantaron grandes losas de piedra -tal y como se aprecia en la imagen superior que acompaña a esta información- para robar toda la instalación eléctrica que el Ministerio de Defensa colocó con el fin de adaptar parte de esta edificación como prisión militar.

El deterioro de la fortaleza viene motivado, en gran parte, por los reparos que ha puesto el Gobierno central a la construcción de un hotel de grandes prestaciones en el castillo. Con la intención de ejecutar este proyecto, el grupo Diana y la sociedad Invertaresa compraron el monumento en el año 2003. Pagaron a Defensa algo más de 1,3 millones de euros y tenían previsto invertir 20 en la transformación del inmueble.

Los reparos de Costas

Sin embargo, la iniciativa tropezó con los reparos del Ministerio de Medio Ambiente, que, a través de la Demarcación de Costas de Galicia, emitió un informe desfavorable contra el cambio de usos de los terrenos sobre los que se asienta el castillo y que figuran en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Mugardos, donde está ubicada la fortificación, con la calificación de militares. Mientras que, por el tipo de infraestructura que se pretende llevar a cabo en el castillo, la parcela debería aparecer con usos dotacionales.

Costas respalda su dictamen negativo en que el proyecto del hotel recoge la construcción de habitaciones pegadas al mar, «en una zona de servidumbre de protección» donde la legislación no permite que las estancias tengan usos residenciales. Desde el Gobierno gallego y el Concello de Mugardos ya han solicitado al Ejecutivo estatal que haga una excepción a esa norma.

«Estas habitacións xa tiveron usos residenciais, pois o castelo foi cárcere e residencia do Ministerio de Defensa», destacaba la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, durante una visita a la fortaleza el verano pasado. «Ademais, trátase das habitacións que mais valor engadido darían ao complexo», añadía entonces. Según los datos facilitados por los promotores, el hotel contaría con 84 dormitorios, un salón que podría albergar hasta medio millar de comensales, un talaso spa, un pequeño embarcadero privado y una playa propia; y generaría 60 puestos de trabajo directos y 40 indirectos.

Una reunión para el futuro

Está previsto que hoy mismo el jefe de la Demarcación de Costas de Galicia, Rafael Eimil, se reúna con el alcalde de Mugardos, el nacionalista Xosé Fernández Barcia, para abordar y tratar de agilizar el cambio de usos de la parcela en la que se ubica el castillo de la Palma. Después de la negativa del departamento dependiente del Ministerio de Medio Ambiente a aprobar esa variación, el gobierno local volvió a presentar toda la documentación con el objetivo de reactivar esta modificación puntual del planeamiento urbanístico, que ya cuenta con el visto bueno de los técnicos municipales y del Ejecutivo autónomo.

Ahora, ocho años después de que una sociedad adquiriese el monumento para transformarlo en un hotel de lujo y mientras el proyecto se atasca por los trámites administrativos, el castillo de la Palma muestra un aspecto cada vez más deteriorado. El musgo gana terreno por las murallas de la fortaleza y las techumbres de algunas edificaciones interiores del monumento se han derrumbado y permanecen esparcidas por el suelo.