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«El primer gran golpe al juicio será que Mangouras no asista»

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Gonzalo Iglesias

Trepat teme la impronta de las «razones de Estado» en el caso «Prestige»

03 oct 2012 . Actualizado a las 03:24 h.

Todas las batallas tienen guerreros que las mantienen vivas. Y Pedro Trepat, junto con el equipo de su bufete, ha sido una de las personas que durante 10 años ha estado pegado a la instrucción del Prestige, luchando por redimirla cuando languidecía y tratando de condicionarla en varios momentos clave. Ahora se enfrenta al juicio con el temor de que el capitán Mangouras no se presente. Y también teme que las «razones de Estado» influyan en que no se condene al ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors.

-Usted es uno de los «culpables» de que la Administración, encarnada en López Sors, se siente en el banquillo por el «Prestige».

-No fuimos uno de los culpables, sino los únicos culpables. Cuando Nunca Máis interpuso la querella no había denuncia alguna dirigida a la esfera del Gobierno. Todas las acusaciones apuntaban al entorno del barco. Entendimos que había una responsabilidad en ambas esferas y en el caso de la Administración se corría el riesgo de que quedara sin dilucidar.

-¿Hubo interferencias políticas? ¿Había un interés en que los cargos de Aznar pasaran por el juzgado?

-En lo que a mí respecta, la única perspectiva era la estrictamente jurídica. Pero no cabe duda que entonces había un clamor social en el que no solo había connotaciones políticas.

-Todo eso puede desembocar ahora en que el Estado tenga que pagar la factura del «Prestige» en plena crisis. ¿Cambia esto su percepción del asunto?

-El Estado ya ha asumido el 100 % de las responsabilidades económicas. Y otra cuestión: estamos en un Estado de derecho y es cotidiano, cuando no diario, que los ciudadanos reclamen al Estado por un mal funcionamiento de la Administración. No creo que el Estado deba ser exonerado por una cuantía determinada o que sus representantes disfruten de una especie de impunidad.

-¿Hay empresas solventes en el entramado para compartir los gastos después del carpetazo a la querella de ABS?

-La sentencia de Estados Unidos evidencia el error en la estrategia de la Abogacía del Estado. ABS era la única empresa solvente en todo este entramado. Nosotros conseguimos que se imputara a ABS en una primera instancia en Corcubión. Pero la Audiencia rechazó esta posibilidad. Nuestra idea era que el Estado pudiera recuperar parcialmente los gastos.

-¿Esa vía está totalmente cerrada?

-Totalmente. Las responsabilidades de ABS ya han prescrito.

-¿No se podrá arañar algo de la aseguradora o de la armadora?

-Por los datos que tenemos, lo vemos muy difícil. Se trata de complejos mercantiles muy elaborados y depurados. Hasta ahora las pesquisas no han dado resultado.

-¿Usted no diferencia entre gestionar mal un accidente y directamente provocarlo?

-Personalmente puedo hacerlo. Pero la responsabilidad penal puede derivar tanto de una actitud como de la otra.

-¿Llega la causa bien instruida a la vista oral?

-Cualquier causa que llega a juicio después de diez años está mal instruida. Hubo grandes carencias por falta de medios técnicos y humanos en el juzgado de Corcubión. Alguna responsabilidad política hay en este aspecto.

-¿Qué temores tiene sobre el juicio?

-Algunos son muy optimistas al pensar que Mangouras va a presentarse. Pero el primer gran golpe al juicio será que el capitán no asista. Es el principal acusado, el individuo en el que se podría personalizar la catástrofe. Eso retrasaría el juicio porque el tribunal intentaría traerlo e incluso podría desdoblar la causa. También podría negarse a declarar y eso sería muy negativo.

-¿Algún temor más?

-Que haya razones de Estado para tratar de eludir condenar al Estado a través del ex director general de la Marina Mercante.

-¿Cree que la Justicia es permeable a presiones?

-Yo no he hablado de presiones. Hablo de circunstancias que pueden condicionar, como el propio aparato del Estado. Por lo pronto la Fiscalía no está ejerciendo adecuadamente sus funciones porque no está investigando la responsabilidades del Gobierno, a pesar de que la imputación de López Sors es contundente.

-¿Le extraña tanto que la Fiscalía no lo acuse?

-Demuestra que las razones de Estado están ya influyendo.

-¿No cree que si se condena a López Sors por un error no habrá nadie que quiera tomar decisiones difíciles?

-Creo que no. A partir de ese momento se tomarían las decisiones basándose en los informes de los técnicos y expertos en la materia. Y eso es algo que no se hizo.

-Pero al final el Estado no ha salido tan bien parado. Mire lo que ha pasado con la sentencia de Estados Unidos.

-Lógicamente en Estados Unidos no intervienen las razones de Estado españolas. En España hay que recordar que la jueza exculpó a López Sors. No vamos a ser ingenuos. Hay una serie de intereses que influyen en todo esto.

«Cualquier causa que va a juicio diez años después está mal instruida»

«No vamos a ser ingenuos. Hay intereses que confluyen en esto»