Seis invitados fueron expulsados tras gritar contra el conselleiro de Cultura
14 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Eran solo seis. Acudieron a la tribuna del Parlamento gallego con camisetas y pegatinas en las que se leía el lema «Cultura contra a mentira», y acabaron levantándose de sus asientos y protestando contra el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, por entender que no había respondido a una iniciativa de Ana Pontón, diputada del BNG, grupo que los invitó. Solo hizo falta la celebración de un pleno para que el nuevo modelo para regular el acceso del público a la Cámara saltara por los aires.
Precisamente en esta sesión plenaria se estrenó el nuevo formato en el que todas aquellas personas que deseen acudir a la tribuna del Parlamento a escuchar un pleno en vivo tienen que firmar previamente un papel en el que son informados de sus derechos y deberes, de la necesidad de guardar silencio, a la vez que son apercibidos de que, en caso de alterar el orden de una sesión, el asunto puede ser remitido a las instancias judiciales.
Por lo de pronto, los seis invitados del BNG que forma parte de la Plataforma das Artes Escénicas no podrán volver a pisar el Parlamento en el resto del período de sesiones, y el grupo del Bloque puede ser amonestado quedándose sin poder llevar público a la siguiente sesión.
Protesta del BNG
El incidente de ayer se produjo después de Ana Pontón interpelara a Jesús Vázquez por la suspensión de las contrataciones en el ámbito de la cultura, pregunta que el conselleiro evadió con algún circunloquio, lo que llevó a la diputada nacionalista a quejarse ante la presidencia.
En ese preciso instante, cuando la protesta de Ana Pontón empezaba a gozar de simpatías en las bancadas de la oposición, en la tribuna de invitados empezaron a escucharse las protestas de los miembros de la Plataformas das Artes Escénicas. La presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, los llamó al orden recordando que estaba hablaba el conselleiro, pero los invitados reclamaron ellos también una «resposta», provocando la interrupción momentánea del pleno.
Fueron desalojados con gestos de resignación, sabiendo lo que les venía encima. Y aun así, uno de ellos espetó: «Para ver indignidades é mellor marchar».