Un centro en el que han estudiado muchos personajes ilustres impartió ESO a 15 alumnos este último curso
21 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Hoy es el último día de clase para los 15 alumnos de ESO que han estudiado este curso en el Real Seminario de Santa Catalina, de Mondoñedo. Es un fin de curso histórico, porque el centro suspende la actividad docente que viene desarrollando desde que se fundó en 1583. Que se sepa, en estos 430 años de historia no solo no ha interrumpido nunca la docencia, sino que ha vivido períodos de esplendor. De sus aulas han salido figuras destacadas de la cultura y literatura, desde Iglesia Alvariño a Noriega Varela, Díaz Castro o, ya más recientemente, Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, insistía ayer en matizar que se trata de una suspensión, no de un cierre, ya que legalmente tienen dos años de plazo para poder reanudar la actividad, si es que la matrícula remonta, algo poco probable.
La falta de alumnos es la causa principal de este cierre, pero también el déficit que genera, que este año, nada más que en profesorado, asciende a 17.593 euros, según confirmaba Sánchez Monge. Y también los siete años que han transcurrido sin que ninguno de los alumnos que pasaron por el centro mindoniense en este período continuase estudios en el Seminario Mayor.
Según datos del Obispado, seis profesores seglares, dos orientadores y seis sacerdotes que compatibilizan su labor pastoral con las clases y que no cobran sino una pequeña compensación por kilometraje, se ocupaban de la docencia y actividades complementarias. La ratio profesor/alumno era de lujo, ya que en primero tenían un alumno; en segundo, cinco; en tercero, cuatro, y en cuarto, cinco.
Los muchachos que quieran podrán continuar sus estudios en el IES San Rosendo, de Mondoñedo, y acudir al seminario a dormir y a comer, ya que seguirá funcionando como colegio menor. Este año utilizaban el internado tres alumnos y cuentan con cinco solicitudes nuevas de jóvenes del IES para el próximo curso. Todos ellos contarán con clases de refuerzo, ya que uno de los seis profesores seglares continúa en el centro. Los demás se marchan, dicen, con la liquidación correspondiente.
El obispo mindoniense explicaba ayer que la decisión de suspender las clases fue «dolorosa», máxime cuando se considera muy ligado a este tipo de instituciones: «Toda la vida de cura la pasé en el seminario y estoy enfadado por tomar una decisión que no me hubiera gustado tomar», afirmó, señalando que es un firme defensor del Seminario Menor «como un lugar en donde se pueden cultivar gérmenes de la vocación al sacerdocio».
En Mondoñedo, más que el aspecto eclesiástico, preocupa perder un servicio educativo que ha sido un referente a lo largo de la historia. Se teme que lo que se anuncia como una suspensión sea el cierre definitivo. La noticia llega, además, en un momento crítico para la localidad, que ha ido perdiendo población y empleo, y músculo en su actividad económica, con el cierre de Ecar.
Lo cultural e histórico son aspectos en los que Mondoñedo sigue destacando, y el cierre de las aulas en el seminario puede repercutir en el nivel de actividad cultural que se genera dentro de la institución. Falta por ver si continuarán con la edición de la revista Amencer, que acaba de sacar a la calle su número 223 y en la que han colaborado personalidades ilustres de la cultura a lo largo de estos años y si va continuar la programación de actos habituales.
Por el momento, además del internado, en el Seminario de Santa Catalina seguirá funcionando la hospedería, cuyos balances también arrojan déficit, y la casa de curas, que acoge preferentemente a sacerdotes jubilados.