Benita Ferrero-Waldner: «Galicia puede ser la plataforma de la UE con Latinoamérica»

Nació en 1948 en Salzburgo (Austria) e hizo una amplia carrera política en el ÖVP, el homónimo austríaco del PP. Benita Ferrero-Waldner fue ministra de Exteriores de su país, comisaria europea de Relaciones Exteriores y la fuerte vinculación con España, derivada de su matrimonio con un valenciano del que tomó prestado el apellido, la convirtieron ahora en presidente de la Fundación EU-LAC para la cooperación con Latinoamérica, continente en el que apuesta por poner mayor interés.

-¿Como centroeuropea que es, cree que la política de austeridad practicada ha sido un error?

-No lo creo, pero sí es verdad que hay caminos diferentes, como el de Estado Unidos, que ha aplicado una política anticíclica expansiva. Quizás en Europa necesitemos un mayor equilibrio entre la austeridad, por un lado, y la solidaridad, por el otro, para aproximar a los países que han hecho mucho esfuerzo de contención y de consolidación presupuestaria con los demás.

-Pero no puede obviar el sufrimiento que causa la austeridad, hasta el FMI lo ve un error...

-Evidentemente, pero la crisis está agravada por esos mismos países, por el déficit que han generado y porque no tomaron las medidas necesarias cuando correspondía. Yo lo vi claramente cuando era comisaria europea, en el 2008, cuando países como España miraban hacia otro lado.

-¿Cree que España o Grecia son los responsables de la crisis?

-No los responsables de la crisis, que viene de Estados Unidos, pero en sus correspondientes países no han hecho nada, no han tomado medidas a tiempo.

-¿Cómo puede salir la construcción de la UE del pesimismo en que ha caído con esta crisis?

-Europa tiene un papel importante, somos el primer donante a la cooperación, el soft power (poder blando), que exportamos democracia, libertad y los derechos humanos. Y creo que debe sobreponerse a la apatía yendo hacia adelante, con la unión bancaria y fiscal, pero también avanzando en la unión política. Yo soy firme defensora de ello.

-Usted sostiene que América Latina dejó de ser el patio trasero del mundo. ¿Cree que ahora los europeos tenemos algo que aprender de esta región?

-Podemos aprender unos de otros. La UE debe tomar nota de su dinamismo, de su optimismo, del mestizaje y de su aceptación, y nosotros podemos enseñarle cosas como la construcción del Estado social y el desarrollo de la fiscalidad, porque si un Estado no recauda tampoco puede redistribuir y garantizar educación y sanidad para todos.

-¿Y que rol puede jugar Galicia en esa relación?

-España, y con ella Galicia, aportan a Europa su conocimiento y relación privilegiada y su historia común. Galicia tiene muchos lazos familiares con el continente, con países como Argentina o Venezuela, de igual forma que nosotros, los austríacos, los tenemos con el este de Europa. Por eso Galicia puede ser la plataforma de la UE con Latinoamérica. Los gallegos que emigraron hacia América desde hace 200 años son una riqueza enorme, abren una gran posibilidad para cooperar y trabajar juntos, por eso estoy convencida de que Galicia puede ser la plataforma de la UE con América Latina.

-¿Cómo ve que ahora sean Venezuela o México los que se hacen con piezas clave del sector productivo gallego?

-He visto esas noticias, de Pemex, de Banesco... y no me parece mal. Estamos en un mundo globalizado, en un give and take (dar y recibir) y si esas relaciones empresariales crean prosperidad para los gallegos y europeos, me parece excelente. Pero eso me lleva al principio: Europa tiene que hacerse más fuerte políticamente, para ser un socio que esté al mismo nivel.

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