Martiño Noriega alerta en las trincheras de Podemos sobre el riesgo de los «egos»
GALICIA
Declara en Segovia su rechazo al patriotismo venezolano
23 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.No nombró a Pablo Iglesias, pero no hacía falta. Martiño Noriega, coordinador de Anova, sembró ayer en una de las trincheras dialécticas de Podemos la semilla del miedo a que el «ego» de alguno de los líderes llamados a encabezar un frente de formaciones de izquierda y colectivos sociales acabe por imposibilitar la fusión en un mismo espacio de una alternativa a los partidos mayoritarios.
Bajo la lona en la que medio millar de participantes de la universidad de verano que en La Granja de San Ildefonso (Segovia) organiza Izquierda Anticapitalista -una de las columnas vertebrales de Podemos- Noriega advirtió: «La izquierda debe minorar los egos y apostar por liderazgos fuertes en lo colectivo». En la misma mesa que eran interpelados Teresa Rodríguez y Pablo Echenique, dos de los eurodiputados de Podemos, el coordinador de Anova daba una de cal y otra de arena. Defendió la unidad estratégica de la izquierda, pero sin liderazgos unipersonales. Abogó por confluir en plataformas amplias, pero atendiendo a la diversidad del Estado. Dijo que sí a una alianza de Anova con Podemos, pero... «El proceso se sustenta y se cataliza con referencialidades simbólicas personales evidentes, pero entendidas al servicio de lo colectivo», dijo el dos de Anova dando un tono mayor a su voz.
Patriotismos
Hasta 45.000 ojos llegaron a ver durante la tarde vía streaming la mesa en la que participaron Rodríguez, Echenique y Sabino Cuadra (Amaiur) junto a Noriega, en la que especialmente resonó la afirmación del gallego de que «no me vale un patriotismo español como el venezolano», segunda alusión endosable a Pablo Iglesias. Puestos a elegir, el coordinador de Anova se decantó por Bolivia y la confluencia de diversas tribus en su representación del Estado. «No puede haber frente plural que no tenga en cuenta la identidad de las naciones», reiteró en una doble advertencia para no dejar fuera a la izquierda gallega del frente de plataformas que se pueda llegar a conformar y tampoco obviar en dicho ámbito a los grupos sociales sin adscripción partidaria.
«Nadie tiene el copyright en este proceso de unidad de la izquierda», añadió en otra alusión velada, lo que Echenique llegó a rebatir desde la base al dibujar una sociedad donde la dicotomía derecha-izquierda se habría superado por la defensa de cuestiones básicas, que, a juicio de Teresa Rodríguez, Podemos tiene que volver a reivindicar en la calle en lugar de encerrarse en el Parlamento Europeo.