Núñez Feijoo coincide con el diagnóstico de Mariano Rajoy y expresa su grave preocupación no solo por el avance de Podemos que indican los sondeos, sino por el hecho de que el PSOE pueda dejar de ser la alternativa al Gobierno de los populares. -Parece que el Gobierno y el PP dan por acabado al PSOE y ven a Podemos como único rival. -Podemos es en este momento, según el CIS, la segunda fuerza. El PSOE ha renunciado a lo que fue durante su historia y a liderar la oposición. Por primera vez en democracia, la oposición al Gobierno no está en el Parlamento ni en las cámaras, está en una fuerza política desconocida, con líderes desconocidos. No lo digo con entusiasmo, sino con preocupación. Me gustaría que los cambios en España se produzcan entre partidos democráticos, que hayan defendido derechos y libertades y sean conocidos, con planteamientos conocidos y experiencia de Gobierno. -¿Se equivocó el PP diciendo que eran unos frikis y minusvalorando la fuerza de Podemos? -Quienes han menospreciado la fuerza de Podemos son los que han sido sustituidos por un partido extraparlamentario. El PP tiene que gobernar, pero eso no es elegir a la oposición. Tenemos que valorar y dimensionar adecuadamente el fenómeno de Podemos. A mí me gustaría tener en un momento como este la seguridad de que, si se produce un cambio político en España, nuestro sucesor fuese el PSOE. Pero en este momento no puedo confirmar que esa intención, que es meditada, se pueda producir. El PSOE quiere parecerse a Podemos y Podemos al PSOE. Y eso es un gran lío. -¿Al PP le gustaría más un PSOE liderado por Susana Díaz? -La decisión de la presidenta andaluza, si es que se confirma el adelanto electoral, acredita que tiene una gran ambición. Y que estaría utilizando la Junta como trampolín. No debemos utilizar los parlamentos autonómicos como trampolín personal para satisfacer nuestras ambiciones políticas. Además, sería la constatación de que ha fracasado una coalición en contra de quien ha ganado, que ha sido el PP. El PSOE en Andalucía solo puede gobernar con IU. -Pero insisto, ¿el PP está más cerca de Susana Díaz que de Pedro Sánchez? -El mensaje que ha tenido hasta el momento Díaz sí estaba más cerca. Un mensaje constitucional, de una dirigente que aparentemente cree en que tiene que haber un proyecto común de España. Se lo hemos ofrecido a Sánchez, pero no ha sido posible. Quiere modificar la Constitución apoyando una propuesta de IU para modificar un punto en el que el PSOE pidió nuestro apoyo para una nueva redacción. No acierto a entender cuál es la idea constitucional del señor Sánchez. El PSOE tiene un gran lío. -¿Qué le pareció la regañina que le dio Aznar al PP? -El discurso de Aznar era previsible. A mí no me ha sorprendido. Para algunos votantes del PP, simpatizantes y militantes, ha venido bien el discurso. Pero comparar el discurso de Aznar con el de Rajoy y decir que no coinciden es lo mismo que comparar uno de Fraga con uno mío. Probablemente no sea igual, pero estoy orgulloso de suceder a Fraga. Rajoy, que es el presidente del PP con mas votos de España, está muy orgulloso de haber sucedido a Aznar. -¿Se ha evitado al menos el peligro de que Aznar dé una espantada política en las generales como la de las europeas? -Aznar ha venido a hacer su faena, su mensaje. Y esa misión, Aznar la cumplió perfectamente con su pieza política. -En esta convención se ha dado por hecho el comienzo del fin de la crisis. A usted le ha tocado gobernar en un período en el que ha sido imposible emprender grandes proyectos transformadores de Galicia y se ha tenido que limitar a gestionar recursos escasos. ¿Le genera eso algún tipo de frustración de cara al futuro? -Galicia ha mantenido los servicios públicos y el autogobierno intacto. Hay pocas comunidades que puedan decir eso. La mayoría tiene intervenidos el autogobierno y los servicios públicos. No es mal balance. Hemos hecho más con menos. Ha merecido la pena. Y todavía nos quedan dos años. «Por primera vez en democracia, la oposición no está en el Parlamento sino en una fuerza política desconocida con líderes desconocidos, y lo digo con preocupación» «A decir que los 40.000 altos cargos del PP son irreprochables no me comprometo» «Pongo la mano en el fuego por Rajoy. No tengo ninguna duda de su honradez» «El discurso de Aznar era previsible. Para algunos votantes, ha venido bien»