Médicos gallegos en Portugal ven poco atractiva la oferta del Gobierno luso

j. casanova VIANA DO CASTELO / E. ESPECIAL

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Entienden que no se hayan presentado candidatos aunque apuntan algunas ventajas que ofrece la sanidad lusa

13 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De un lado está la estabilidad y un sistema sanitario que cuida a sus profesionales. Del otro, una oferta económicamente escasa y la obligatoriedad de hacer un viaje de ida y vuelta a diario que puede alcanzar casi los doscientos kilómetros. Los médicos gallegos que hoy trabajan en Portugal entienden perfectamente que la oferta lanzada por el Gobierno luso para cubrir 115 plazas por todo el país haya quedado incompleta y solo haya merecido que siete médicos españoles hayan presentado su currículo para optar a alguna de esas plazas.

«Si fuera hoy, con estas nuevas condiciones de trabajo, no vendría», afirma Elena Oujo, una viguesa que trabaja en el departamento de anatomía patológica del Hospital de Viana de Castelo. «Yo estaba trabajando en Vigo y cobraba bien. Pero los contratos eran siempre temporales. En el 2011 me ofrecieron aquí una plaza indefinida y me vine. Buscaba estabilidad y aquí estoy trabajando muy a gusto». Asegura que no le han faltado oportunidades para volver. Al fin y al cabo su currículo incluye una especialidad en Estados Unidos: «Pero siguen siendo contratos temporales y así no voy a volver».

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El retorno no está en los planes de la mayoría de los médicos que cuentan con una plaza fija en la sanidad portuguesa. Los que estaban contratados o cruzaban la frontera a hacer guardias o a trabajar en las urgencias, han ido regresando a medida que se iban deteriorando las condiciones económicas y la troika iba apretando al Gobierno portugués y éste trasladando los recortes a sus funcionarios.

«El trabajo es bueno y la calidad asistencial también», expone Paqui González, una traumatóloga que trabaja en el mismo hospital: «Son 180 kilómetros cada día, pero me compensa». Entiende, sin embargo que las condiciones que ahora ofrece el Gobierno portugués no tienen nada que ver con las que ella firmó cuando se integró en la sanidad lusa.

El contrato que ofrece Portugal es de 2.700 euros brutos. Prácticamente unos mil menos de lo que un médico podría aspirar a cobrar en Galicia, sin tener en cuenta las guardias: «En realidad, la diferencia económica se puede compensar con horas extras», opina José Luis González, otro médico gallego que trabaja en el centro de salud de Valença do Minho, aunque también entiende que la oferta del Gobierno portugués es muy poco atractiva.

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Con todo, la posibilidad de acceder a una plaza fija frente a la inestabilidad que se sigue viviendo en el sistema público gallego es algo que la mayoría de facultativos gallegos en Portugal valoran de forma importante: «Tengo una hija en el último año de especialidad -reflexiona González-. Si no consigue plaza en España y aquí le sale algo fijo, le recomendaría que viniera».

Tomar lo mejor de cada lado de la frontera

«Eu vivo en Tui porque quero que as miñas fillas estuden o galego e o castelán», dice Margarita Vázquez, una enfermera lucense que lleva ya quince años en la sanidad portuguesa. Afirma estar encantada con su trabajo y con el trato que ha recibido de su patrón, el Gobierno portugués. Dice que es solo cuestión del idioma, porque estudiar en Portugal resulta más barato que hacerlo en España. En el país vecino, las actividades extraescolares están cubiertas por el Estado, mientras que en España, no. Con todo, prácticamente no hay médicos que trabajen en el Norte de Portugal y se hayan quedado a vivir en el país vecino. Vivir en España les supone, por ejemplo, no tributar en ninguno de los dos países por los primeros 60.000 euros de sus ingresos.

No tan bajo

Dicen muchos de ellos que el nivel de vida en Portugal no es tan bajo como a veces se cree. El combustible, los fármacos, los coches, son bastante más caros en Portugal que en España. En otro tipo de gastos, como la alimentación, unas veces es más económico comprar en Portugal y otras hacerlo en España. A estos trabajadores se les presenta la oportunidad de escoger lo mejor de cada lado de la frontera que, al fin y al cabo, es lo mismo que hacen los vecinos de las localidades más próximas al límite territorial. Así, a ningún vecino de Valença se le ocurre repostar en Portugal pudiéndolo hacer a pocos kilómetros a un precio mucho más barato.

Margarita, sin embargo, valora como muchos de sus compatriotas, las posibilidades profesionales que le ha ofrecido su trabajo en Portugal y las condiciones en las que se encuentra: «Traballo oito horas ao día e nunca os fins de semana. E, en moitas cousas, temos máis atribucións que se traballara na sanidade galega. ¿Voltar? Pode. Se tivera un traballo como este en España, voltaría. Pero o vexo moi difícil».

¿Por qué no se cubren las plazas con médicos del país?

La oferta de la Sanidad portuguesa fue publicitada no solo en Galicia sino también en Extremadura y Castilla León. Y aún así, de las 115 vacantes, 31 quedaron por cubrir. «Cuando yo llegué a Portugal solo había tres facultades de Medicina. Ahora hay seis o siete», explica Paqui González, especialista en el Hospital de Viana do Castelo. Según el criterio de los médicos gallegos, la falta de movilidad de los portugueses es una de las claves para que no se cubran todas las plazas. «Si lo que se ofrece no está en el entorno de las grandes ciudades, hay muchos menos candidatos», opina otro facultativo gallego. La cuestión económica también es importante. Los portugueses prefieren emigrar a Inglaterra o incluso a Francia, donde los sueldos que se ofrecen son sustancialmente mejores que en Portugal.

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