Galicia mantiene la cooperación con 22 países aun con los fondos congelados
GALICIA
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El año pasado llevó a cabo 80 proyectos, con un presupuesto de 4,1 millones de euros. La convocatoria de ayuda humanitaria se ha suprimido para centrarse en hacer convenios
22 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Por los campos de refugiados de Mabán, en Sudán del Sur, hay decenas de pequeños correteando entre las tiendas. Son la mitad de los 130.000 desplazados distribuidos en los cuatro campos que hay en la zona. En dos de ellos es donde la Fundación Entreculturas, una organización jesuita que trabaja en el sector educativo, desarrolla un programa de rehabilitación psicosocial y educativa dirigido a unas 500 personas. El proyecto es solo uno de los 80 a los que el año pasado los gallegos aportaron su grano de arena en 22 países a través de los fondos de la Dirección Xeral de Relacións Exteriores e coa UE.
La supresión para este año de la convocatoria de ayudas directas de carácter humanitario para concentrar esa línea de cooperación en la formalización de convenios con entidades concretas como Farmamundi o la Asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui para ayudas de emergencia o, en el segundo caso, para mejorar las condiciones de vida de la población refugiada en el Sáhara obligará, explican desde la oenegé, a buscar otras fuentes de ingresos para continuar con el proyecto. «Contamos también con el apoyo de particulares, socios o empresas privadas», apunta el coordinador de la entidad en Galicia, Pablo Rodríguez.
Desde algunas entidades de ayuda comentan que la no convocatoria este año de la línea de ayudas humanitarias es una de las consecuencias del estancamiento desde el 2013 de los fondos para cooperación (para este ejercicio han subido un 1,15 % con respecto al 2015 al llegar a los 4.191.350 millones de euros), después de haberse recortado notablemente en el 2009 debido al nuevo contexto económico que tuvo que afrontar Galicia. «Para este ano 2016 reduciuse a convocatoria de axuda humanitaria. Tratamos de que os proxectos sexan sostibles no tempo, pero cada ano mudan as convocatorias. Xa que este ano se presume de ter aumentado os fondos para política social, deberían aumentar tamén máis toda a partida de cooperación», explica Lorena Seijo, vocal de la Coordinadora Galega de Oenegés.
Desde la Xunta se defienden y explican que este año han tenido que hacer una reestructuración de fondos debido a que 2,1 millones están ya comprometidos con 36 proyectos de cooperación para el desarrollo a los que hay que dar continuidad. Entre esos trabajos está, por ejemplo, el proyecto integral de desarrollo del sector pesquero y turístico que la Asamblea de Cooperación para la Paz tiene en Bajo Lempa, El Salvador. Ahí también colabora Agareso, Asociación de Reporteiros Galegos Solidarios.
De ahí que únicamente quedan 1,5 millones para nuevas actuaciones. Pero más allá del presupuesto propio recuerdan que a ello hay que sumar los fondos que se han obtenido a través de la UE (Bruselas apoya en esos casos uno con el 80 % del total y el otro 20 % lo aporta la Xunta) y que se canalizan, por ejemplo, a través del Cetmar, dependiente de la Consellería de Pesca, o a través de Educación.
Lo explica el director xeral de Relaciones Exteriores, Jesús Gamallo: «Aunque los fondos han subido para el 2016 un 1,15 % hay que analizarlos en el contexto actual. Galicia ha pasado de estar en el puesto 16 en el ránking de comunidades que dedican fondos de ayuda al desarrollo a ocupar un puesto 7. Luego hay que destacar que la cooperación gallega es solvente porque se gastan el 100 % de los fondos. La deuda con las oenegés es cero».