«Si hay una frenada o un incendio, puede haber un susto», lamenta uno de viajeros del tren A Coruña-Vigo, habitualmente reforzado los domingos del curso escolar. Este fin de semana, sin embargo, al ser hoy festivo en las universidades de Santiago y A Coruña, Renfe cambió los refuerzos para el lunes
29 ene 2018 . Actualizado a las 17:46 h.Cada domingo, el tren ahorra a quienes lo escogen para regresar a sus casas, a sus pisos de estudiantes, todavía más tiempo que el que ya habitualmente le gana al trayecto por carretera, esquivando a través de las vías las incómodas retenciones que en las entradas a las ciudades hacen de los caminos de vuelta auténticos infiernos. Sin embargo, la situación en el vagón de Renfe, especialmente en horas puntas, no fue ayer mucho más cómoda que en un atasco. Los convoyes del eje atlántico volvieron a llenarse hasta la bandera, obligando a decenas de usuarios a viajar de pie, en los pasillos, recostados en sus paredes o apoyados en sus propias maletas. Algunos incluso tuvieron que acomodarse en el suelo, frente a las puertas, bloqueándolas, según denunciaron los propios usuarios. La situación fue especialmente preocupante en el trayecto que sale de A Coruña a las 19.08 horas y llega a Vigo a las 21.26 horas. «Es una vergüenza, unas 60 personas viajaban de pie, obstruyendo las salidas», lamenta uno de los viajeros. Fuentes de Renfe rebajan a 15 la cifra de afectados.
La situación no es nueva. Llegó a los titulares hace tres años cuando los estudiantes, indignados, arrojaron luz sobre el problema difundiendo imágenes de trenes abarrotados, con usuarios apretujados entre vagones y aglomeraciones en las paradas, a la hora de subirse y bajarse del convoy. Renfe explicó entonces que viajar en esas condiciones era seguro, que los trenes de media distancia estaban preparados y que en ningún caso de trataba de un tema de overbooking (venta de más billetes que plazas). Recordaron que en Galicia existen dos tipos de tarifas, la 4 -con menor número de paradas, más rápida y con asiento reservados- y la 2 -más barata, con más paradas, más tiempo de viaje y sin reserva de plaza-.
Lunes festivo para los universitarios
La saturación de los viernes y los domingos fue solventada con más convoyes y, con ellos, más plazas en horas puntas. Justamente el tren de media distancia 12441, el que ayer revivió la situación del 2015, es uno de los que desde entonces viajan reforzados durante el curso normal. Este domingo, día 28 de enero, circuló sin embargo con su composición normal, dado que hoy no hay en clase en las Universidades de Santiago y A Coruña por la festividad de Santo Tomás de Aquino, explican fuentes de la operadora ferroviaria. Los refuerzos se habían cambiado para el lunes.
Los universitarios se vieron así obligados de nuevo a hacer el trayecto de pie, sin asideros o barras para agarrarse. Pero no solo ellos. También gente mayor. En alguna otra ocasión, apuntan otros testimonios, hasta los niños han tenido que viajar sentados en las escaleras de acceso al tren. «Si hay una frenada o un incendio, pasa lo de Angrois», advierte, poniéndose en lo peor, uno de los muchos usuarios que ayer se quedaron sin asiento. Se subió en Vilagarcía, a las 20.33 horas, dirección Vigo. «El vagón estaba llenísimo y el tren alcanza velocidades de 160 kilómetros por hora, es peligroso», considera. «Ni siquiera el revisor podía moverse, comprobaba algunos billetes, pero no podía pasar por los pasillos».
«En los trenes del eje atlántico ( A Coruña-Santiago-Vigo) los billetes se asocian a una plaza, por lo que en condiciones normales nadie debería viajar de pie, aunque la normativa ferroviaria lo permite», insisten desde Renfe. Apuntan que en algunas estaciones como Padrón, Pontecesures o Catoira algunos viajeros suben al tren sin billete, y por tanto sin plaza asignada. «En estos casos, el interventor se encarga de la venta a bordo y de indicar las plazas libres, si las hubiera», explican. «También se detectaron algunos viajeros que accedieron al tren con un billete para otro servicio distinto», señalan para aclarar la situación vivida ayer. La operadora, que reitera que esta excepcional circunstancia no incumple ninguna normativa en vigor, lamenta aun así las molestias ocasionadas a los viajeros.