Los concellos podrán gastar su dinero del superávit durante el año electoral
GALICIA
Los alcaldes gallegos piden libre disposición: «No todos vamos a cambiar cañerías»
28 feb 2018 . Actualizado a las 15:30 h.Se va a notar, necesariamente. Los años electorales ya suelen generar un dinamismo de gasto muy superior a los del resto del mandato, pero el 2019, en el que habrá que elegir alcaldes, viene con premio gordo. Los ayuntamientos podrán reinvertir su superávit y remanentes del último ejercicio liquidado (el del 2016) antes de las elecciones municipales, que se celebrarán a principios de junio. El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, cree que este es uno de los puntos más importantes del acuerdo que han alcanzado con el Gobierno central, que se ha comprometido a apurar los plazos para que las entidades locales puedan disponer de ese dinero, activando para ello un real decreto que debería tener el visto bueno del Consejo de Ministros en el mes de marzo.
Caballero presume de haberse llevado el gato al agua en las negociaciones con Montoro. «Han atendido prácticamente a todo», sostiene el alcalde vigués, convencido de que en la receptividad del ministro ha influido la convocatoria en Madrid de trescientos dirigentes de todos los colores políticos y la propia situación del Ejecutivo de Rajoy: «Hombre, sobre la fortaleza o debilidad del Gobierno... es visible la situación en la que está. Pero lo más importante es la apuesta de unidad municipalista».
Satisfacción de la Fegamp
El presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias, Alfredo García, también acabó la jornada satisfecho, porque cree «en las personas» y «en quince o veinte días se sabrá si ha cumplido [Montoro] o no». El real decreto, dice, será importante, pero antes de que los alcaldes gallegos empiecen a hacer sus cábalas el también regidor de Valdeorras señala algunas piedras en el camino: «No es tan inmediato, pero Hacienda debe regular cuanto antes el techo de gasto, porque de otra forma nos podríamos encontrar con una peligrosa trampa y vernos penalizados al año siguiente». Además, confían en tener una amplia relación de inversiones o campos en los que, entiende, deberían encontrar «libertad de gasto».
García cree que los concellos han dado muestras de «responsabilidad» económica y por tanto ya no tienen nada que demostrar en este sentido, y además ve lógico que los alcaldes que tengan las cuentas saneadas puedan elegir el destino de estos ahorros. «No todos vamos a cambiar cañerías de saneamiento», advierte García. Unos, enumera, necesitan instalaciones deportivas. Otros, reforzar su atención social. «Y hasta hay concellos que precisan edificios propios para prestar determinados servicios: en definitiva, lo que demanden los vecinos», que son los que han generado esos fondos con sus impuestos.
Otro de los compromisos de Montoro que ha dejado una cauta satisfacción entre los alcaldes gallegos es el de abrir una negociación paralela a la de la financiación autonómica, sin esperar a que las 17 comunidades se coman unos recursos «que son los que son».
García ve razonable que, antes de repartir la tarta, se definan las competencias de las Administraciones y sus necesidades de respaldo económico. «No quiere decir que tenga que haber más dinero, solo que el reparto sea más acorde con las necesidades» y que los ayuntamientos no deban conformarse con las sobras del modelo autonómico, que de momento acapara la atención política.