Los vecinos no sospecharon nada pese a que la fallecida no recogía el correo postal ni movía su vehículo del garaje
19 mar 2018 . Actualizado a las 11:56 h.El número 45 de la calle Miguel de Cervantes de Lugo, en las inmediaciones del casco urbano, escondía desde hace meses un desagradable secreto: el cuerpo sin vida de una mujer, natural de Lugo y de unos 70 años.
La alerta la dio el pasado viernes una conocida de la fallecida que, al no conseguir contactar con ella por vía telefónica, se presentó en su casa. Una vez allí, y dado que no respondía al timbre, la mujer llamó a las puertas de varios pisos para preguntar por ella, pero nadie la había visto en los últimos meses.
Dadas las circunstancias, la mujer decidió acudir a la comisaría de la Policía Nacional de Lugo para alertar de su desaparición. A raíz de la denuncia, los agentes localizaron a un familiar de la septuagenaria, que tampoco sabía nada sobre su paradero y el sábado por la mañana acudió al domicilio acompañado por varios agentes de la Policía Nacional y de un cerrajero. Fue este último el encargado de abrir la puerta de la vivienda.
Muerta desde hace 8 meses
Una vez en el interior del piso, localizaron el cadáver en el suelo, al lado de su cama. Estaba momificado. A la espera de lo que determine la autopsia, el estado que presentaba el cuerpo ya evidenciaba que el fallecimiento se había producido unos ocho meses antes. «No sospechábamos absolutamente nada. Vivía sola y no tenía hijos. Apenas salía de casa y hace una temporada nos había comentado su intención de irse a vivir a una residencia», manifestaron los vecinos, que reconocieron que no tenían mucha relación estrecha con ella.
Según el relato de varios residentes en el edificio, nadie percibió los olores que normalmente acompañan a la descomposición de un cuerpo. «No notamos nada raro. Sabíamos que padecía del corazón y que hace tiempo estuvo ingresada en el hospital. Cuando regresó, la vimos un día y nos dijo que se encontraba bien».
Tampoco les llamó la atención a estos vecinos que el vehículo de la mujer llevara un largo período de tiempo estacionado en el garaje ni que no recogiera el correo. «No nos extrañó porque pensamos que se había ido para la residencia», indicaron los inquilinos del inmueble.
Un caso que se repite con demasiada frecuencia
De un tiempo a esta parte, Galicia ha empezado a asistir con inusitada frecuencia a casos como el ocurrido este fin de semana en Lugo. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio una mujer que residía en Culleredo y un vecino de Cambre aparecieron en circunstancias similares.
El más llamativo de los dos fue quizás el de María del Rosario O. V., la mujer de 56 años localizada en su casa de Culleredo prácticamente momificada a principios de julio pasado. Llevaba más de seis años muerta, y durante cinco siguió pagándose incluso el alquiler de su vivienda. Fue finalmente la iniciativa de un vecino la que destapó el trágico episodio.
Apenas 15 días después, el cadáver de Miguel Valdueza, un vecino de Cambre de 90 años, aparecía en su vivienda, en la que llevaba seis meses muerto. Fue un ladrón que iba a hacer de las suyas el que localizó el cuerpo del anciano.