Unas lo consideran «intrascendente» y otras ya decidieron el nombre por su cuenta
30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En general, a las mareas que gobiernan en Galicia, a las que están en la oposición y a las que preparan su maquinaria para presentarse a las próximas elecciones municipales, les da igual que Podemos haya decidido incluir su nombre en las papeletas de las marcas que se presentarán a los comicios del 2019. Hay excepciones, como Marea de Vigo, Boiro Novo o Ourense en Común -estas últimas no se manifiestan a favor pero tampoco ven con malos ojos estudiarlo-, pero la mayoría no piensan tener en cuenta el resultado de los adscritos a Podemos, que coincide con la línea oficial del partido morado.
Y da igual que sean afines a En Marea o que pertenezcan al sector crítico. Por unos motivos o por otros. O bien no están de acuerdo en permitir injerencias en sus candidaturas o bien no tienen representación de Podemos y no creen que esa decisión les afecte.
En una consulta realizada la semana pasada en toda España, el 86 % de los adscritos a Podemos en Galicia se manifestaron a favor de concurrir a las municipales y a las europeas en coalición con otras fuerzas pero manteniendo la presencia en la papeleta del nombre de Podemos, con la única excepción de las ciudades en las que se gobierna y que tienen una marca consolidada; es decir, A Coruña, Santiago y Ferrol, que mantendrán el nombre con el que se presentaron hace cuatro años, cuando Podemos no concurrió a las municipales y sí apoyó esas marcas: Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común.
En realidad, incluso en estas ciudades en las que Podemos no exigirá su nombre, el resultado de la consulta es un asunto menor. Lo deja bien claro Compostela Aberta: «Estamos centrados en Santiago, onde non temos concelleiros de Podemos pero onde si que temos moita xente de base que é de Podemos colaborando nos grupos de traballo e participando nas xuntanzas. Ata onde sabemos, Podemos de Santiago, e Podemos en xeral, sempre se sentiu representado por CA».
En municipios más pequeños, a los que sí se les exige la marca Podemos para negociar listas conjuntas, no sentó nada bien la doble vara de medir. Somos Cabanas, por ejemplo, se pregunta por qué se hace una excepción con las ciudades y no con las villas, y los responsables de Móvete-A Estrada lo tienen claro: «Se A Coruña pode, A Estrada tamén».
Pero la mayoría defiende su autonomía a la hora de elegir el nombre y no permite injerencias partidistas. Es más, hay mareas locales que han decidido su marca y no le han preguntado a nadie ni piensan hacerlo. En Cambados, por ejemplo, donde gobierna un cuatripartito en el que está Somos Cambados, «como somos unha marea consolidada e estamos no goberno, xa o falamos e queremos ir como Somos Cambados-En Marea». Nada de Podemos. Y la de A Estrada se presentará como Móvete y no va a negociar un cambio con nadie.
Otras que gobiernan y están alineadas en el sector crítico de En Marea solo tienen militantes de Anova, por lo que tampoco les preocupa lo que diga Podemos. Es lo que ocurre en Val do Dubra o en Teo, cuyo alcalde, Rafa Sisto, expresó su parecer en una sola palabra: «Intrascendente».
Las excepciones
La postura es diferente en Vigo, con protagonismo de Esquerda Unida en la marea local. Y teniendo en cuenta que EU acaba de aprobar un documento en el que no considera necesario un partido instrumental que dé cobertura a las candidaturas municipales, la marea local ve con buenos ojos llegar a un acuerdo con Podemos en consonancia con la coalición Unidos Podemos: «O proceso de Podemos, con moita participación, significa que hai vontade de confluír». Al menos así lo ve su portavoz, Rubén Pérez, secretario de Organización de EU.
Similar es la opinión de Ourense en Común, que si bien se defienden como marca consolidada, no cierran las puertas a negociar con Podemos la inclusión de su nombre en las papeletas.
Dirigentes en contra de la doble vara de medir o indiferentes al partido morado
La mayoría de las mareas consultadas no piensan incluir en sus siglas la marca Podemos.
Teo
Rafa Sisto: El alcalde, de Anova, dice: «Nin a nós nin a moitos concellos da comarca nos afecta, e creo que tampouco na maioría de Galicia. É intrascendente».
Val do dubra
Antonio Negreira. El alcalde y su gobierno es de Anova: «E non imos cambiar en Val do Dubra, imos seguir sendo de Anova».
Pontevedra
Peque González. La coordinadora de Marea Pontevedra recuerda que «somos unha candidatura cidadá, non unha coalición». Respeta pero no comparte la decisión de Podemos.
Lalín
Lara Rodríguez. «Somos un grupo independente que está nas mareas e que se presentará como Apac», dice la edila.
Ourense
Martiño Xosé Vázquez. El candidato de Ourense en Común agradece «o apoio amplísimo á confluencia. O que demostra o bo traballo realizado ata o de agora e que debemos seguir nesta liña».
Boiro
Dores Torrado. La portavoz de Boiro Novo cree que «a consulta é positiva porque ratifica que hai un espazo de confluencia e un respaldo ao traballo feito».
Noia
Manuel Seijas. «Miramos con fraternidade os avances que fai a esquerda en favor da unidade popular», dice el cabeza de lista de Marea de Noia.
Cabanas
X. M. Pérez. «Se se lles permite nas cidades, por que non nas vilas?», se pregunta el concejal de Somos Cabanas.
Culleredo
Miguel Vilaboi. «Non temos constancia de ningunha persoa de Podemos nin de EU», dice el coordinador de Marea Veciñal.
Cambados
Tino Cordal. «Entendemos que somos unha marca consolidada que está gobernando, e Podemos xa dixo que ía respectar iso».
Con información de Á. Paniagua, D. Vázquez, A. F. Cuba, A. Lorenzo, M. Gómez, S. González, S. G. Rial, M. Ascón, R. Ramos, S. Barral y Ch. Corral.
Grupos afines a Villares boicotearán la actividad del grupo parlamentario y amenazan con desligarse de En Marea
Primero fue la mayoría del grupo parlamentario la que desoyó la petición del consello das mareas que, también por mayoría, pidió la dimisión de la diputada Paula Quinteiro tras el incidente del día del plenario en el que hizo uso de su condición de parlamentaria ante la Policía Local. Aquel día los agentes se personaron tras recibir una llamada que les advertía sobre la rotura de los espejos retrovisores de varios coches en la calle Pitelos de Santiago. Con la excepción de Luís Villares, Paula Vázquez Verao y Davide Rodríguez, los demás diputados -once- se posicionaron a favor de que Paula Quinteiro mantuviese su acta de diputada, en contra del criterio del consello das mareas. Y ahora son las mareas afines a Villares, a la coordinadora y al propio consello das mareas las que se rebelarán si no se respeta el acuerdo adoptado en dicha reunión y no dimite Paula Quinteiro.
Ya han tomado alguna medida al respecto; entre ellas, boicotear los actos del grupo parlamentario cuando acudan a las localidades en las que están representados. «De non desligarse En Marea deste tipo de comportamentos e das chantaxes de Unidos Podemos, as mareas locais desvincularanse de En Marea», dicen. De llegar a hacerse efectiva esta amenaza, el grupo quedaría sin representación, porque las mareas críticas ya hace tiempo que no participan en las actividades del partido instrumental. En Marea quedaría totalmente deslavazada si también se fuesen las que hasta ahora respetaron la línea oficial.
El silencio del portavoz
Las mareas locales que se están organizando para boicotear al grupo parlamentario son, en su mayoría, afines a Luís Villares y a su condición de portavoz del partido. Pero incluso eso podría volverse en contra del líder de En Marea si continúa callado y no se posiciona a favor del acuerdo adoptado en el consello das mareas. Eso es lo que le piden los grupos locales que hasta ahora le han dado su apoyo, que creen necesaria una mayor «claridade do voceiro».
Entre las mareas leales al portavoz están Marea de Pontevedra, Somos Cambados y Somos Ribadumia. Pero hay más, e incluso entre las que se mantienen al margen, hay miembros a favor de esta nueva revolución interna. Son, en general, independientes y militantes de Cerna. El alcance de su protesta depende de la actitud que tome Villares, pero también de las decisiones que adopten la coordinadora y el consello das mareas.
Ese clamoroso silencio, por lo tanto, podría salirle caro a Villares. Y ayer, una vez más, se lo recordó el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, que en una entrevista radiofónica, insistió: «Villares leva sete días escapando porque non quere dar explicacións».