El clima de confrontación y la falta de compromiso complican su creación. Ana Pastor urge buscar un acuerdo
03 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Sentimos el retraso, pero caminaremos juntos», dijo a las víctimas la diputada socialista gallega Pilar Cancela durante el pleno en el que se aprobó la comisión de investigación del accidente ferroviario de Santiago, el pasado 28 de septiembre. Han pasado ya seis meses de aquella sesión que dio luz verde, cuatro años y medio después del accidente, a una reclamación sostenida por la plataforma de víctimas y por los partidos que desde un principio apoyaron las tesis de los afectados. El cambio del PSOE fue clave para que la iniciativa saliera adelante, pese a que la propia Cancela admitiera que habían llegado tarde, sin duda por las posibles responsabilidades políticas del Ejecutivo de Zapatero en la puesta en servicio de la línea Santiago-Ourense.
Seis meses de bloqueo es demasiado. Las propias víctimas actuaron intentando forzar una solución presentando varias cartas en el registro del Congreso, entre ellas una a Ana Pastor. La presidenta de la Cámara, que fue ministra de Fomento cuando ocurrió el accidente y por tanto previsible compareciente, aún no fijó fecha para la reunión con las víctimas -uno de los asuntos que le solicitaron-, pero sí propició que los portavoces se vieran las caras para activar la constitución de las comisiones pendientes, entre ellas la del accidente de Spanair. Aquella reunión forzada por la presidenta del Congreso fue un reflejo del actual clima político. Apenas hubo avances ni consensos reseñables sobre estas comisiones y otras pendientes.
Un par de semanas después parece que hubo un acuerdo o al menos unas conversaciones informales entre los partidos mayoritarios (PP y PSOE) para repartir las presidencias de esas comisiones. De ahí salió la propuesta de Podemos para la de Spanair y la de Foro Asturias para dirigir la del Alvia. Parece que la opción de los regionalistas asturianos -un partido que nació de una escisión del PP tras la salida del exministro Francisco Álvarez Cascos- surgió del PP, en esa tradición de que sea un miembro de un partido minoritario el que presida este tipo de órganos, pero fue rechazada de plano por las víctimas. Foro, junto con los populares y UPN, fueron las únicas formaciones políticas que votaron en contra de la investigación parlamentaria del accidente, que provocó 80 muertos y 144 heridos. Pero los afectados no necesitaron llevar su oposición más lejos. El diputado Isidro Martínez Oblanca llevó la propuesta a la comisión ejecutiva de Foro Asturias y su partido le dijo que se dedicara solo a los asuntos asturianos.
Llamamiento de Pastor
La presidenta del Congreso ha dado dos toques de atención a los partidos por este asunto Ana Pastor reeditó hace poco el llamamiento a los partidos para constituir las comisiones, pero aún no ha recibido respuesta. El clima de confrontación política que se vive en el Parlamento no es un buen escenario para alcanzar consensos, a lo que se suma el escaso compromiso de algunos partidos, que se escudan en su carga de trabajo en el Congreso y en esa cuestionable tradición de que sean las formaciones con menos diputados las que asuman estas comisiones. Ciudadanos, por ejemplo, con 32 diputados y que defendió la comisión desde un principio, podría ser una alternativa. Pero lo descartaron por el escaso margen para asumir más responsabilidades.
En Marea, en cambio, se mostró dispuesto a asumir la presidencia, opción que tampoco es bien vista por el PP, muy preocupado por proteger a Ana Pastor durante su más que probable comparecencia. Pero la diputada Alexandra Fernández apeló a la «xenerosidade política» para encontrar una presidencia «de consenso».
En el PSOE sentó mal que se le atribuyese pactos bajo la mesa con el PP para poner al frente de la comisión a un partido que votó en contra. Pero lo cierto es que no se opuso a ese intento. Tras el artículo publicado en La Voz por las víctimas en el que pedían a los partidos que apoyaron la comisión que no traicionen su espíritu poniendo al frente a alguien que no cree en el proyecto, un alto cargo del partido les respondió que su prioridad es que se constituya la comisión «lo antes posible», dando a entender que la presidencia es un elemento secundario tras tantos meses de retraso.
La plataforma de víctimas tuvo una serie de reuniones con distintos representantes políticos. Parece que el PDECat estaría dispuesto a dedicar a uno de sus diputados -Feliu Guillaumes- a esta misión, una opción que contaría con el apoyo suficiente. La pelota está en el tejado de los partidos. Esta semana y la próxima serán clave.