Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Las protectoras aconsejan que las personas mayores no adopten cachorros

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Vaquero

Casi ninguno de estos servicios establece límites de edad a quienes solicitan un animal

21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La negativa de la perrera de Ourense a que Concepción y Nelson, dos vecinos de Negueira de Ramuín de 85 años, adoptasen un cachorro ha suscitado un debate sobre si las personas mayores pueden o no adoptar mascotas. La mayoría de los refugios de animales no tienen un límite de edad para los adoptantes, pero sí recomiendan que las personas mayores no acojan cachorros.

Es el caso de Pontevedra, donde la perrera es municipal y la gestiona la protectora Os Palleiros. No hay un límite de edad para adoptar un perro, pero sí se exige a las personas mayores que algún familiar se comprometa a hacerse cargo del animal en caso de que ellos no puedan. De todos modos, su presidenta, Gloria Cubas, cuenta que a una persona de 85 años no se le recomienda un cachorro, sino un perro adulto tranquilo. Lo que se quiere evitar, dice, es que, si a esas personas mayores les pasa algo, el perro quede abandonado. Es una situación que en Os Palleiros ya han vivido en varias ocasiones. El proceso para adoptar en Pontevedra es el siguiente: se hace una entrevista personal y, si se detectan indicios de que el perro podría quedarse solo, no se autoriza.

Tampoco en la protectora de Vigo hay un límite formal de edad para adoptar una mascota, pero cuando va una persona mayor la hacen «entrar en razón» para que no elija un cachorro, sino un perro mayor. Valoran cada caso, porque también depende de si la persona interesada tiene familia. Les ha ocurrido que alguien mayor adoptó y al cabo de un año quiso devolver el animal porque encontrarse enfermo para cuidarlo.

En el refugio de animales de Santiago se sigue un protocolo idéntico para todas las edades. Las adopciones están limitadas a personas mayores de 18 años, y no señala de edad máxima. En todos los casos se mantiene una entrevista con el adoptante para garantizar que está seguro de que asumirá la responsabilidad y no abandonará al animal. Lo habitual es adaptar la mascota a las personas, es decir, se busca que el perro o el gato sean el adecuado para cada persona. Por ejemplo, no se entregaría un perro de grandes dimensiones a una persona que no vaya a poder con él. Cuando el adoptante es una persona de avanzada edad, se intenta que haya otra persona de la familia que, en caso de enfermedad, incapacidad o fallecimiento se quede con el perro.

En Servicios Gallegos de Lacería de A Coruña aseguran que nunca pusieron ningún impedimento a nadie por cuestiones de edad. «Hay gente de 20 años que puede estar peor, solo pedimos que los traten bien», aseguran, y puntualizan que, debido a la obligatoriedad del chip, quienes quieren adoptar tienen que tener al menos 18 años.

La protectora Moura, que presta servicio en la comarca de Barbanza, no establece ningún límite por edad y nunca ha denegado ninguna adopción por ese factor. Lo que sí tiene en cuenta es si el animal estará bien atendido y, en el caso de que a su dueño le pase algo, quién se haría cargo.  

Ayudas a los concellos

Precisamente este viernes la Consellería de Medio Ambiente publicaba las ayudas que pueden solicitar los concellos gallegos para las actuaciones encaminadas a la protección de los animales de compañía que se encuentren en centros de recogida. El departamento que dirige Beatriz Mato destina un presupuesto de 100.000 euros a sufragar los costes de esterilización quirúrgica de los animales, en aplicación de la ley de bienestar animal que la Xunta aprobó recientemente.

Con información de María Jesús Fuente, Dolores Vázquez, Margarita Mosteiro, Cristina Barral y Ana Gerpe.