«Teño que preparar a terra para botar o froito antes de que chova máis», advirtió el labrador
26 jul 2020 . Actualizado a las 17:12 h.Un labrador lucense aró ayer un terreno dedicado a leirapárking durante las fiestas de San Froilán y dejó varios coches bloqueados en el interior de la finca situada al lado de una de las avenidas más transitadas de la capital lucense, la de As Fontiñas. «Teño que preparar a terra para botar o froito antes de que chova máis», dijo el hombre, que camina hacia los setenta años. «Non podo deixar ben acabado o traballo porque hai eses coches atrancados», lamentaba sin dar importancia alguna a que los vehículos tuvieran complicada la salida de la leira.
El tractorista explicó que la tierra no es de su propiedad, pero que se ocupa desde hace muchos años de atenderla junto a otras que hay en la zona y que son propiedad de una conocida familia de Lugo. Este vecino de O Carballal, un núcleo rural situado a unos diez kilómetros de la finca, se levantó temprano ayer; después de desayunar, cogió su tractor Kubota y se presentó en el Lugo urbano para arar. Empezó primero por otra finca más pequeña, que estaba vacía, quizás para dar tiempo a que los dueños de los coches llegaran y se los llevaran.
Como nadie apareció, el labrador metió el tractor y aró. «E teño que deixar eses cachos!», dijo mirando hacia los vehículos un poco antes de marchar para su casa sobre la una y media de la tarde. El terreno sirvió, especialmente durante los últimos puentes festivos, con concurrencia mayoritaria al San Froilán, para aliviar la grave falta de aparcamientos en Lugo. El viernes al mediodía, por ejemplo, la leira estaba totalmente repleta de vehículos, perfectamente aparcados, como si fuera un estacionamiento de pago. La mayoría de los usuarios eran personas que habían ido a comer el pulpo a establecimientos de la zona.
El sábado por la noche el leirpárking fue quedando vacío, pero tres vehículos permanecieron allí. El conductor de uno de ellos parece que intentó sacarlo, pero no pudo debido al efecto de las lluvias. Lo dejó. El turismo presentaba algunos daños y estaba totalmente embarrado por uno de los laterales.
Otro de los automovilistas tuvo mejor suerte porque aparcó casi al lado de la calle Xoán Rico Pérez, que da a uno de los frontales de la parcela, y pudo salir sin dificultad. Peor lo tuvo el conductor de un Fiat Stylo, que pasó bastantes dificultades para llevar su coche de nuevo al asfalto.
A primeras horas de la tarde de ayer, la leira quedó despejada de coches, pero sin arar las islas de terreno ocupadas anteriormente. Quizás vuelva en breve el tractorista.