El cerebro de la mayor trama fiscal de Galicia se declaró ayer culpable de otros seis casos
24 oct 2018 . Actualizado a las 13:29 h.Una rumana analfabeta de avanzada edad que cobraba 25 euros al día por descargas en la carpintería Las 5 Jotas negó ayer en el juicio contra la banca haber cobrado cheques de 22.000 euros de ninguna empresa. En una sucursal tenía dos cuentas: una era donde la Xunta le ingresaba el subsidio del Risga y en la otra movía miles de euros. Explicó en rumano que no sabe leer ni escribir, «poner mi nombre, sí», y negó saber nada del talón. «No es mi nombre ni mi firma», dijo a la jueza. Contó que, un día, el jefe de Las 5 Jotas, José Manuel Costas, la cogió en O Calvario, cerca de la oficina, y «me acompañó al banco para firmar algo».
Este fue uno de los testimonios de trabajadores de Las 5 Jotas que la jueza escuchó ayer en la segunda sesión del juicio contra la banca. Supuestamente, directivos y empleados de cuatro sucursales de Vigo colaboraron con la mayor trama de fraude fiscal de Galicia para que la red pudiese mover 10 millones de euros en las cuentas abiertas a nombre de los autónomos que trabajaban para Las 5 Jotas, sin ellos saberlo, entre el 2007 y el 2011.
La Fiscalía acusa de un delito de falsedad continuada en documento mercantil a los jefes de las oficinas por consentir a su cliente José Manuel Costas esas prácticas irregulares. Las 5 Jotas emitía facturas falsas a las empresas, estas le pagaban con cheques a nombre de sus autónomos y Costas se colocaba como persona autorizada para cobrar los talones de sus trabajadores usando firmas falsas. Retiraba el dinero del banco en bolsas y lo devolvía en mano a cada empresa. Era un cajero automático de dinero negro.
Sin once acusados
La sesión de ayer se celebró en ausencia de los once acusados de la banca. El Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo los autorizó a volver al trabajo. Cinco de ellos (de La Caixa y del BBVA) se confesaron culpables, y otros seis (de Banco de Galicia y de Banesto), inocentes.
Media docena de autónomos negaron ayer haber firmado cobros de cheques o talones por enormes cuantías. Un carpintero dijo a la jueza: «Nin pa Dios cobrei eu 29.000 euros por ventá. Fun, pero a devolver un cheque». Otro dijo: «Firmaba papeles en blanco, recibís». Y otro resaltó: «Firmas mías no era ninguna». La trama se destapó cuando Hacienda les reclamó por sus fabulosos ingresos. El juicio sigue el viernes con más testimonios.
José Manuel Costas cumple seis años y seis meses en prisión por 80 condenas acumuladas. Sufre una hernia y espera por una operación. Dado que estuvo fugado dos años, una decena de juicios se celebraron en su ausencia y ayer firmó seis sentencias por conformidad. El viernes rubricará otras tres condenas. Serán diez con la del juicio a la banca, un maratón de condenas en una semana. En unos minutos firmó cuatro sentencias en el Penal número 1, y dos en el número 2. Admitió que hizo facturas falsas a seis constructoras y aceptó multas de 400.000 y 200.000 euros y 2 años de cárcel (absorbidos por la triple de la pena mayor).