Mauro Rodríguez es el primer gallego con síndrome de Down en lograr una plaza del Estado
18 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Mauro Rodríguez conoce el valor del esfuerzo y lo practica a diario. Hace seis años, cuando tenía tan solo 22, este lucense logró por oposición una plaza del Estado. Desde entonces, trabaja como ordenanza en la Seguridad Social de Lugo. Fue el primer gallego con síndrome de Down en lograrlo, aunque dice que no fue fácil: «Para sacar unha praza hai que traballar moi duro. Estiven un ano estudando a diario, fun a unha academia para prepararme mellor, e logo viaxei a Madrid para facer o exame», recuerda. Aspiraba, entre dos mil opositores, a una de las 54 plazas que se ofertaban en todo el país. «En Lugo só había unha praza, pero conseguín a máxima puntuación: 100 puntos. Contestei ben as 25 preguntas. Ademais, valoraron a experiencia laboral que xa tiña, por exemplo, traballando na Biblioteca Intercentros do campus», aclara Rodríguez.
Ahora disfruta de la tranquilidad de tener un trabajo fijo al que se ha adaptado con facilidad: «Teño as miñas rutinas e as miñas tarefas, un ordenanza fai case de todo», bromea. Desde luego, está orgulloso de lo que ha logrado: «Estou moi satisfeito e contento, sobre todo vendo como están os traballos nestes tempos, así que animaría á xente a presentarse sempre que se convoquen oposicións: eu creo que debería haber máis prazas», explica este lucense, que se ha convertido en todo un ejemplo de superación. ¿Y qué consejo les daría a los aspirantes? «Eu só podo dicir o que fixen eu e que me funcionou, que é traballar moito; outro segredo non hai», afirma.
Campeón de España de natación
Otra de las ventajas de este trabajo es que, además, le permite disponer de tiempo para sus dos grandes pasiones: la natación y el teatro, a las que se dedica por las tardes. Y lo hace a conciencia.
En natación se entrena casi a diario; no en vano, ha logrado el oro en 100 y en 200 metros mariposa, en los que ostenta el récord de España. También superó otros retos, como el Desafío Cíes, en el 2012, atravesando a nado la ría de Vigo, nada menos que doce kilómetros. Su padre, Kiko Rodríguez, que fue jugador del Celta, tiene mucho que ver en tantos logros, pues hace las veces de entrenador de Mauro y le ha inculcado desde muy pequeño la pasión por el deporte y los ánimos para superarse y eliminar cualquier barrera.
Con el teatro y el baile también disfruta Mauro. Forma parte del grupo Pinchacarneiro, de la Fundación Anade, y hacen representaciones por toda España y el extranjero.