Premio extraordinario, trabajo precario

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

«En alguna empresa no sabían ni lo que era un doctorado», dice una galardonada

21 nov 2018 . Actualizado a las 11:12 h.

El lunes Alejandro Rivero de Aguilar, premio nacional fin de carrera en Medicina del curso 2013-2014, acudió a Madrid a recoger este galardón que le entregó el ministro de Ciencia, Pedro Duque. A punto de terminar su período de residencia en neurología en el Hospital Clínico de Santiago, de momento sigue sin saber muy bien cuál será su futuro laboral. Al retrasarse tanto la entrega de estos reconocimientos, Rivero de Aguilar no es el único que tiene experiencia laboral y puede valorar si una trayectoria académica brillante se tiene en cuenta a la hora de tener una oportunidad laboral. Y la sensación es parecida entre todos los galardonados, «la impresión es muy similar a la mía». Es decir, las puertas no se abren de par en par a estos licenciados y graduados.

Rivero de Aguilar recuerda que tanto el discurso del representante de los premiados como las conversaciones entre los galardonados tuvieron presente la precariedad, que muchas veces no se manifiesta en el salario, sino en la inestabilidad. De momento este residente de neurología no tiene noticias sobre su futuro laboral -termina su período mir el 21 de mayo- ni ha tenido comunicación del Sergas o el Clínico, pero sí de su servicio de neurología; de urgencias, en donde hizo rotaciones; de personal de la Universidade de Santiago y del Ministerio, y todos para felicitarle por el premio y darle la enhorabuena.

Sonia Fonseca fue premio fin de carrera de la Xunta y mención del Ministerio allá por el 2007. Once años después admite que desde el punto de vista académico, a la hora de obtener una beca sí se valora una trayectoria académica brillante. En la empresa privada, lo duda. «No creo ni que sepan muy bien en qué consiste un premio fin de carrera. Me ha pasado que en alguna entrevista de trabajo no sabían ni lo que era un doctorado exactamente».

Su perspectiva laboral, en estos momentos, es similar a la de Rivero de Aguilar, o quizás peor. A dos meses de acabar un contrato posdoctoral en Inglaterra «se me acaba el contrato y estoy buscando financiación, en la investigación veo mucha inestabilidad». A sus 35 años asegura que hay muchísima competitividad y restricciones para seguir en el mundo de la ciencia, pero no se le pasa por la cabeza volver a España: «Está más fácil aquí, solo volvería con unas condiciones laborales buenas», admite.

Los facultativos vuelven a pedir al Sergas que busque medidas para estabilizar a los médicos que acaban el mir

La Consellería de Sanidade insiste en que «está estudiando» posibilidades, pero los médicos no cejan en su empeño de que se creen fórmulas para dar estabilidad a los médicos que acaban el mir en Galicia. En el caso de los de familia, el problema son los contratos de días o semanas, mientras que en el de los especialistas de hospital, pasarse años encadenando contratos de uno o tres meses. Tras la jornada para abordar los problemas de la atención primaria que celebraron los colegios médicos, el presidente del Consello Galego, José Luis Jiménez, ha vuelto a enviar una carta a la subdirectora de planificación y programación asistencial del Sergas, Sinda Blanco, con copia al conselleiro de Sanidade, en la que reclama retomar cuanto antes los contactos para tomar medidas de impacto que reviertan una situación que los médicos de primaria calificaron «de emergencia».

Sin problemas legales

Los colegios médicos trajeron a esa jornada al portavoz de los facultativos vascos, Kepa Urigoitia, quien aseguró que el gobierno del País Vasco creó una figura estable y flexible para los médicos con contratos de un año prorrogables a tres. Jiménez le recuerda a los responsables del Sergas que Cantabria y Baleares tienen figuras similares sin que se haya producido ningún problema legal, como argumenta el Sergas para no implantar la figura. En caso de no dar estabilidad a los facultativos que acaban, lamenta el portavoz de los médicos, puede que especialistas como el neurólogo premio nacional fin de carrera que en mayo termina el mir, decidan marcharse si encuentran ofertas atractivas.

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