El alcalde de Ourense quiere llamar cada tres días a los mayores que viven solos

p. v. OURENSE / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

Jácome creará un área específica ante los casos de vecinos que aparecen muertos en sus domicilios

27 jul 2019 . Actualizado a las 16:36 h.

El reciente hallazgo de un vecino de Ourense de 74 años que llevaba meses muerto en su domicilio ha puesto sobre la mesa un proyecto del Concello ourensano: implantar un departamento para atender a aquellas personas mayores que vivan solas en sus hogares. En este caso, fuentes policiales apuntaron a la muerte natural como hipótesis más probable. Se cree que la víctima vivía sola y nadie a su alrededor se percató de su ausencia.

La problemática no es nueva en Galicia. Este jueves se constató otro caso de una mujer que murió en condiciones similares en Ferrol. Pero en la provincia de Ourense, donde la media de edad es la más elevada de la comunidad gallega (50,67 años), durante el presente año ya se han sucedido más de una decena de casos de fallecimientos en soledad, algo de lo que ya advertía el forense Julio Jiménez, adscrito al Instituto de Medicina Legal de Galicia, hace dos años. Ahora, el plan de Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana) pasa por poner en marcha un sistema que permita tener controladas a las personas mayores que vivan en hogares unipersonales.

El paquete de medidas que baraja el regidor ourensano contempla la puesta en funcionamiento de un teléfono al que estas personas podrían llamar en caso de incidencias. Independientemente de ello, el seguimiento por parte del departamento se ejecutaría cada dos o tres días. «É unha tarefa e unha responsabilidade á que temos que facerlle fronte, sen lugar a dúbidas», expuso Jácome, que mostró su disposición «a darlle unha resposta inmediata» a una cuestión que ya fue tratada anteriormente en otros municipios de la provincia, como el de O Carballiño, donde siguen las gestiones para implantar un programa similar.

En O Carballiño, el plan para crear un censo que haga efectiva la prevención de incidencias y que facilite la asistencia a personas mayores en caso de necesidad sigue su curso. Se topó tiempo atrás con la Ley de Protección de Datos, lo que llevó al Concello a dar un pequeño giro en su propuesta inicial y a dejarlo en manos de aquellos que quisiesen apuntarse voluntariamente. La idea que germinó en la localidad del Arenteiro prevé establecer un protocolo coordinado de información entre todas las partes implicadas para poder prestar ayuda con agilidad y eficiencia pero, sobre todo, como indicaron en su momento desde el Concello, para realizar una labor preventiva.