Seis años después de la fusión de Oza dos Ríos y Cesuras, la división de opiniones en la calle es manifiesta. Ellos fueron los primeros en dar el paso.
18 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Desde aquel verano de 2013, los habitantes de Oza dos Ríos y de Cesuras, dos concellos coruñeses, conviven bajo la misma administración. La creación del municipio de Oza-Cesuras hace seis años iba a conllevar un considerable cambio para los habitantes estos dos pueblos. O eso se suponía. Ahora, los ciudadanos del primer concello fusionado de Galicia valoran como ha cambiado su vida en este período. Que no ha sido para tanto.
«Aunque pueda parecer que no, todavía se sigue hablando de este tema», coinciden los vecinos. La decisión tomada por los dos concellos aún levanta ampollas, según dicen explican en varios negocios en el centro de Oza. Las opiniones dividen a dos pueblos que ahora deberían ser uno. «Nos enteramos por la prensa, de la noche a la mañana. Fue una vergüenza». Los gobiernos municipales decidieron fusionar los dos concellos sin someter la iniciativa a votación popular. Eso, sin duda, no le sentó muy bien a algunos vecinos. «Nadie nos preguntó», dice una de las gerentes de la mercería El Baúl, en Oza.
Ella es una de las descontentas con esa fusión: «No he notado ninguna mejora, y como yo, mucha más gente. Las cosas o se han quedado como estaban, o han empeorado. Sí, los funcionarios se mueven más y tienen más trabajo, pero la gente del pueblo no ha notado ninguna mejora. Nos dijeron que iban a llegar más subvenciones para el ayuntamiento. Vale, pues yo me pregunto: ¿Dónde están? Porque aquí nadie ha visto un euro».
Los habitantes de Oza, en mayor parte, coinciden en que no han notado gran cambio, ni para bien ni para mal. «Estamos máis ou menos igual. Ás veces si que notamos que se fan máis obras, pero nada excepcional. De todas formas, eu penso que é boa idea, Podería probarse noutros sitios, a ver como sae», comenta un cliente de la Cafetería París, junto al edificio del ayuntamiento, en Oza. Miguel Sánchez, taxista, coincide: «Eu o noto todo igual. Dixéronnos que a fusión ía ser unha vantaxe porque se ían aforrar soldos de funcionarios ao pasar de dous concellos a un, pero non sei como foi ao final. A xente non notou ningún cambio, polo que me contan no taxi. Claro que hai xente dacordo e xente en contra, pero o normal».
En Cesuras, el concello más pequeño de los dos, la opinión mayoritaria es que fueron los grandes perjudicados de la operación. Una de las dueñas de una cafetería en Cesuras recuerda aquellos días en un tono mucho menos diplomático que los vecinos de Oza: «Nos dijeron que iban a llegar más subvenciones. Se las habrá quedado alguno, porque aquí no hemos notado nada. En Cesuras lo tenemos claro: no fue una fusión, fue una absorción».
Los vecinos de una casa de Trasquelos, muy cerca de allí, siguen la misma corriente: «Ahora ha coincidido que están arreglando unas aceras y están levantando un bar aquí al lado, pero no sabemos si tiene que ver con la fusión, y aún así es lo primero que hacen en seis años por aquí». Por esa zona, no tienen ninguna duda de que salieron perjudicados del acuerdo: «Recibimos un comunicado de prensa unos días después, y desde entonces, nada de nada. No sabemos ni qué se hace, ni por qué se hace, ni si tiene que ver con la fusión. Definitivamente, desde aquel día hemos ido para atrás. Aún estamos cabreados a día de hoy».