Gonzalo Caballero y Celaá apelan a movilizar el voto progresista frente a las «tres derechas»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Son los «poderes conservadores» los que insisten en que la gente está cansada de votar, asegura el líder socialista gallego

14 oct 2019 . Actualizado a las 10:37 h.

La inminente sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés ocupó los comentarios previos a la intervención de la ministra en funciones de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en una comida-mitin con militantes del PSOE en Ourense. «El Gobierno de España garantiza la libertad, la seguridad y la convivencia», aseguró, pero si la Generalitat abre la «puerta de la excepcionalidad» se aplicarían «todos los instrumentos del Estado».

Ya metidos en precampaña, los dirigentes socialistas ourensanos, gallegos y nacionales se esforzaron en convencer a sus afiliados de la necesidad de salir a la calle para movilizar el voto de cara al 10N. «Por un voto se decide un resultado electoral. Que ninguén quede na casa», proclamó Gonzalo Caballero, secretario general del PSdeG. La posición de los socialistas es que son los «poderes conservadores» de «las tres derechas» los que no desean esa movilización y los que insisten en que la gente está cansada de elecciones y de votar. Los socialistas se remontaron a sus buenos resultados del 28A; ya entonces apelaron al peligro de que la extrema derecha se adentrara en las instituciones. La diferencia entre estos y los anteriores comicios, apuntó la candidata ourensana Marina Ortega, es que Vox ya está en las instituciones. Caballero fue más allá y se refirió a Feijoo como «o candidato de Vox en Galicia», porque «fai un discurso de centro pero non se distancia de Casado», lo que, a su juicio, es un planteamiento «ultraconservador».

Santi M. Amil

Isabel Celaá recordó que fue ella quien anunció la victoria socialista el 28A y que la previsión era que hubiese un gobierno del PSOE pero que «a la derecha y a la izquierda lo impidieron». Habló de la «patria de los valores» frente a la de la «bandera de Colón» y defendió un gobierno socialista para afrontar «desafíos» como el brexit, el «enfriamiento económico», la creación de empleo digno y la educación y formación profesional en un mundo digital y cambiante.