El padre de Diana ha denunciado a su exmujer por simulación de delito y esta dice temer por la vida de su hija Valeria
04 nov 2019 . Actualizado a las 12:40 h.A pocos días de que comience el juicio por la muerte de Diana Quer, sus padres han vuelto a hacer públicas sus desavenencias. Si hace una semana Diana López-Pinel, madre de Diana, denunciaba a su exmarido por malos tratos, ahora ambos han vuelto a entrecruzarse denuncias.
Juan Carlos Quer, que el pasado miércoles ya había denunciado a su exmujer por amenazas, intento de agresión e injurias, ha ampliado ahora esa denuncia. Según publica El Mundo, a esos cargos ha añadido una nueva acusación, la de simulación de delito. Pide el padre de Diana que se investigue a su expareja por una denuncia falsa de malos tratos. Es la primera vez que lo hace, asegura el diario, pese a que ha sido denunciado en otras nueve ocasiones por López-Pinel.
Mientras, la madre de Diana Quer ha vuelto a presentar una denuncia contra su exmarido porque teme, dice, por la vida de su hija menor, según el programa Espejo Público. López-Pinel asegura, siempre según este espacio televisivo, que ha descubierto a través de una red social que su hija está consumiendo drogas, y esto le hace temer por su seguridad. «Mi hija vive sola en su casa. Debe estar drogada y manifiesta en su red social que quiere sexo», dice la madre de Diana en su escrito.
Diana López-Pinel acusa a Juan Carlos Quer de no cuidar bien a la hija de ambos, Valeria. «A nadie en su sano juicio se le ocurre ponerle un piso a una criatura de 18 años con estos problemas para que viva sola», dice la madre.
Juan Carlos Quer ha respondido a estas acusaciones asegurando que su exmujer «ha perdido la razón», al tiempo que asegura que «Valeria está perfectamente y tranquila».
Tras el cruce de acusaciones de la semana pasada, Valeria Quer aseguró: «Es una completa locura lo que ha dicho mi madre. Mi padre no es una persona agresiva».
El día 29 comienza el juicio por el crimen de Diana Quer. El acusado, José Enrique Abuín Gey, el Chicle, ya está en la prisión de Teixeiro para participar en las sesiones.
Cuentan fuentes de la cárcel que el Chicle está en estado de total abandono, que su melena ya le tapa los hombros y su barba le cuelga más allá del cuello. Sus vestimentas, pese a que su madre le envió ropa, tampoco son para salir a la calle sin llamar la atención. «Tiene aspecto de indigente», aseguran.
