En A Gudiña, a pie de obra, la sensación es que, pese al fuerte arreón, los trabajos para traer el tren acumulan retraso
12 nov 2019 . Actualizado a las 15:12 h.La Xunta dice que el AVE no estará en plazo (en el último plazo marcado, que es el 2020 con el final de las pruebas y la venta de los primeros billetes) y Adif que se cumplirá lo dicho (aunque la presidenta, Isabel Pardo de Vera, evitó la semana pasada en su visita a A Coruña dar fechas concretas). Y mientras Santiago y Madrid andan lanzándose la pelota, en el sureste de la provincia de Ourense (puerta de entada del AVE a Galicia) las obras van a toda velocidad.
Nadie niega que el movimiento de obreros es continuo, y así lo atestigua un paseo por los restaurantes de la localidad a mediodía o el continuo cruce de camiones por la A-52 y la OU-533. Los monos de trabajo ganan a los vestidos de calle. Hay gente trabajando las 24 horas del día, pero solo de lunes a viernes. Hubo un tiempo en que incluso los fines de semana se mantenía el ajetreo, pero ya no pasa. Ahora, los viernes se produce la desbandada, porque muchos de los operarios son foráneos y ponen rumbo a casa al rematar la jornada laboral.
El alcalde reclama el AVE para poder captar peregrinos extranjeros de cara al Xacobeo 2021
Se está trabajando y se está trabajando muchas horas, con hasta tres turnos al día, pero las cuentas no dan. O esa es, al menos, la sensación en la zona. Ahora van a ritmo, pero hubo demasiados parones y hay obras que están todavía en los cimientos cuando, según el calendario, deberían estar rematadas.
Un ejemplo es la propia estación de A Gudiña. Tenía que estar rematada para diciembre y, a unas semanas de vencer el plazo, los obreros están todavía dando forma a la estructura. Ahora la nueva fecha es mayo, en virtud de la prórroga solicitada por la empresa adjudicataria, y que le ha sido concedida.
Obras en sus inicios
A apenas 10 minutos de A Gudiña, en la base de montaje de Pereiro (en A Mezquita) los operarios están estos días con los movimientos de tierras de una parcela de más de 6 hectáreas que se destinará al acopio de materiales para hacer las obras. Y todavía están explanando el terreno. Algunas voces apuntan a que lleva un año y medio de retraso sobre la fecha prevista.
En la futura estación de A Gudiña apenas hay algo más que los cimientos
Ni en esa fase están en lo que se refiere al centro de control que habrá en A Gudiña, y que todavía acaba de pasar la fase de expropiación de los terrenos, según explica el alcalde, José María Lago. Y así algunas cosas más. Mucho trabajo que está pendiente y que, según se dice en la zona, no estará para el 2020. «Os obreiros din que teñen para un ano e medio ou dous», dice Luis Rodríguez desde el restaurante Don Pepe en Pereiro. Allí paran cada día alrededor de sesenta operarios, y es lo que comentan, asegura, los jefes de obra.
«Ve que las cosas no van como tienen que ir... Las obras ahora van como van, aunque es cierto que después si meten turnos y aceleran... está claro que es cuestión de dinero y personal. Pero a día de hoy, tal y como van las cosas, aquí los trabajadores dicen que no se van a cumplir los plazos», asegura Gerardo Blanco, de Limpiezas MB.
«Hai xefes de obra que me din que nin para o 2021, que podemos estar falando incluso do 2022», asegura el alcalde de A Gudiña. José María Lago rechaza cualquier retraso, porque cree que es fundamental que para el Xacobeo haya AVE desde Madrid, para poder atraer peregrinos internacionales que lleguen en avión a Barajas y después cojan el tren hasta A Gudiña para pasar la noche y empezar a caminar.
Más de 350 trabajadores se han asentado en A Gudiña debido a las obras
Estos días -en realidad desde hace ya unos ocho años- en A Gudiña se escucha mucho acento castellano. Desde diferentes provincias de Castilla y León (y otros puntos de España) han llegado numerosas empresas haciendo las obras del AVE, y eso ha traído también muchos obreros foráneos. Alrededor de 350 trabajadores de la línea de alta velocidad viven actualmente en A Gudiña, lo que lleva años suponiendo un revulsivo para el pueblo.
La localidad es por tradición un punto de parada cuando uno sale de Galicia por la A-52, ya sea en dirección a Portugal vía Verín y Chaves, ya sea hacia la Meseta a través de Zamora. Así lo atestigua la importante cifra de hostelería, que suma hasta 16 negocios en el casco urbano (5 más por las aldeas), lo que le convierte en el ayuntamiento de España con más bares por habitante. La hostelería ya existía y ya era potente antes de la llegada de las obras del AVE, pero ahora se ha intensificado.
«É un plus. Se antes eramos seis persoas traballando, agora somos dez», explica Luis Rodríguez desde el restaurante Don Pepe en Pereiro (A Mezquita). Sobre que no se cumplan los plazos, es claro: «A nós non nos molesta nada que se retrase a obra». Y ese es el sentir general.
Desde que se pusieron en marcha los trabajos del AVE (con las primeras explanaciones hace más de ocho años), hay pisos y bajos alquilados que viven sus mejores épocas. En pleno casco urbano de A Gudiña hay un edificio entero destinado a pisos de trabajadores. «Y a esos hay que unir que hay mucha gente que prefirió instalarse en Verín o en Puebla de Sanabria», dice Víctor Martínez, del hotel Bruma. Muchos otros eligieron los hostales y hoteles para asentarse, y en algunos casos suman ya más de un lustro en la misma habitación.
«El AVE le dio vida a A Gudiña»
Martínez no vive solo del AVE -«nunca llené con trabajadores, porque cuando rematen las obras tengo que seguir trabajando», dice- pero reconoce que le ha dado vida al pueblo. «El AVE le dio vida a A Gudiña y a todos los pueblos por donde pasa, porque en todos hay trabajadores viviendo. A la zona le vino muy bien, porque se prepararon casas para alquilar que de otra forma no se habrían reformado», argumenta Martínez. Pensando en el futuro, asegura que ahora tocaría reclamar el arreglo de la OU-533 hacia Valdeorras. «Sería una buena vía transversal entre la A-52 y la A-6», resalta el hostelero.