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El Blue Star presenta vías de agua en 15 tanques y se teme que el remolque provoque más daños

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El Blue Star encallado en la ría de Ares
El Blue Star encallado en la ría de Ares CESAR TOIMIL

Smit ha sellado los depósitos de carga para evitar más pérdida de flotabilidad. Los preparativos durarán siete días.

06 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan de reflotamiento ideado por Smit Salvage para el Blue Star no está exento de riesgos, minimizados ahora tras el trasvase de las 110 toneladas de combustible de propulsión que llevaba el buque. Se trata de una operación en la que se combinará la capacidad de tiro de los remolcadores (un mínimo de 350 toneladas entre los dos) con la mejora de la flotabilidad del quimiquero, aunque el estado general que detalla el informe presentado por Smit no es precisamente optimista. Dependerá de las mareas vivas alrededor del día 14 y la existencia de oleaje podría facilitar la operación, pero se teme que «se incrementen los daños en el casco con la consecuencia de que entraría agua y se perdería flotabilidad», asegura Smit en su plan de salvamento para el buque.

La situación del casco que se describe en este informe es preocupante. Hay 14 tanques de lastre con vías de agua de los 18 con los que cuenta el barco, unos depósitos que suelen llenarse cuando el buque va vacío o para equilibrar el régimen de carga. Además, también está roto el tanque de lodos, donde se depositan las impurezas de combustibles y aceites para las máquinas. Once de estos tanques se habrían roto el 26 de noviembre, cuatro días después de que encallara tras quedarse sin máquina. Otros cuatro habría presentado grietas a partir del 28 de noviembre.

El lecho rocoso preocupa a los expertos de la compañía holandesa, y no ocultan que existe «un riesgo de que el casco se rompa antes o durante la operación de rescate». Como la sala de máquinas está intacta, se instalaron en ella bombas de achique sumergibles para prevenir su inundación, pues es crucial que esté a pleno funcionamiento para reducir cualquier entrada de agua. También se ha procedido a sellar los tanques de carga que están por encima del doble fondo del buque, con el objetivo de no perder flotabilidad si se daña aún más el forro exterior del Blue Star.

Eliminar el agua de lastre

El agua en los tanques de lastre se evacuará mediante aire comprimido, una operación que se realizará cuando ya estén conectados a dos puntos de refuerzo en la popa los dos remolcadores, el Union Princess y el Boka Pegasus, ambos con 200 toneladas de tiro. Una vez ganada flotabilidad eliminando el exceso de agua, los remolcadores empezarían a tirar del barco para intentar desencallarlo.

En principio, las operaciones se realizarán solo de día, por lo que la duración estimada de los preparativos para el reflotamiento se calcula en siete días, por lo que el primer intento nunca llegaría antes del 10 de diciembre. No obstante, previenen de que las circunstancias pueden cambiar y obligar a modificar el plan de reflotamiento, que también estaría sujeto a los requerimientos de la Administración marítima española. El mal tiempo, avisan, también puede retrasar el operativo, aunque se precise el justo para que el oleaje colabore en el remolque. También se alerta de posibles demoras en la llegada del material necesario que depende de terceras empresas.

Por otra parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, defendió ayer la actuación de la Consellería do Mar tras conocerse el accidente del Blue Star el pasado 22 de noviembre en la costa de Ares, pues considera ya que activó de forma inmediata sus protocolos de actuación después de que el buque encallase. No obstante, anunció que la Xunta elaborará un informe sobre la gestión de este accidente.