El presidente de la Xunta reafirma ante Pablo Casado su compromiso con Galicia para los próximos cuatro años
21 jun 2020 . Actualizado a las 18:07 h.Pablo Casado, el presidente nacional del PP, viajó este domingo durante más de cinco horas en furgoneta hasta Galicia para ejercer como invitado de excepción de los populares en la presentación de las candidaturas con las que Alberto Núñez Feijoo peleará por la reelección como presidente de la Xunta. Fue un acto innovador, marcado por las medidas de distanciamiento social, pero que conectó Santiago de Compostela con otros enclaves salpicados por las cuatros provincias a través de retransmisiones en directo. El jefe del Ejecutivo no obvió las encuestas, como la de Sondaxe, que le otorgan una cuarta mayoría y se lanzó de lleno a combatir el exceso de confianza. Emplazó a los candidatos y cuadros del partido «a patear» nuevamente las aldeas, pueblos y ciudades de Galicia para demostrar «hambre por volver a ganar». «A mi no me pilla ni una sola encuesta que me dé más diputados que nunca», dijo, antes de advertir: «Aún no he ganado nada, no hay ni un voto en urna».
La conselleira Ángeles Vázquez, cabeza lista del PP por A Coruña y conectada al acto desde un tablado instalado en e Parrote coruñés; Elena Candia, que hizo lo mismo desde una área recreativa al borde río Miño, en Lugo; Marisol Díaz Mouteira, número uno por Ourense, que intervino desde el monasterio de Oseira; y Corina Porro, que hizo lo propio desde el pazo de Golpelleira, en Vilagarcía, acompañaron a Feijoo y a Casado en el acto de presentación de las listas, en el líder del PPdeG convirtió en una ocasión para volver a reafirmar su «compromiso público y notorio» con Galicia. Si los gallegos quieren, «estarei á súa disposición os próximos catro anos», proclamó en una intervención en la que alternó el gallego y el castellano, y en la que confesó sentirse «con máis forza, con máis gañas e tamén con máis experiencias que o 1 de marzo do 2009», cuando logró vencer en las urnas al Gobierno bipartito de Touriño.
El mandatario autonómico también hizo un repaso de lo ocurrido en los últimos tres meses en los que hubo que enfrentar la pandemia del coronavirus. Empezó por recordar con un minuto de silencia a las 619 víctimas mortales del covid en Galicia y prosiguió agradeciendo el esfuerzo de todos los profesionales sanitarios, de los servicios sociales, de seguridad y de los servicios esenciales, como supermercados, farmacias o banca, por su entrega y su resistencia. SE mostró convencido de que, con la unidad de todos, Galicia será capaz «de superar calquera dificultade» y pidió a su partido quedar «á marxe de enfrontamentos e divisións» que no aportan nada.
Antes de cederle la palabra a Casado, Feijoo planteó que el próximo 12 de julio toca escoger entre un equipo «que pode traer certezas», acostumbrado a gestionar en época de vacas flacas, o «a suma de catro partidos». Advirtió que «non hai marxe para prepararse, hai que estar xa preparados» y que a la Xunta no se puede llegar «a aprender», sino que hay que ir con la lección aprendida y con propuestas para encarar la difícil etapa que hay por delante debido a los efectos del covid-19.
Casado urgen saber «la verdad» sobre el número de víctimas
El líder del PPdeG tuvo palabras muy amables con Pablo Casado, de quien dijo que estuvo más interesado por algunos de los problemas de Galicia, como los derivados de la epidemia, o de los cierres de Alcoa o As Pontes, del que tuvieron los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez. Casado devolvió los cumplidos replicando que Galicia era sinónimo de PP, y que no se podía entender este partido «sin el sentidiño de Albor, sin el nai e señora de Fraga, ni sin el legado de Feijoo».
Acto seguido, el presidente del partido cargó su munición contra el Gobierno al señalar que está dispuesto a acudir «a todos los homenajes» que se puedan hacer a las víctimas del covid-19, pero urgió conocer «la verdad» sobre el número exacto de fallecidos, que señaló que varios organismos oficiales sitúan en el entorno de os 40.000, mientras el Gobierno sigue dando por válidos los 27.300. «No es mucho pedir que una nación empiece por saber contar a sus fallecidos», soltó Casado a modo de reproche, en una intervención en la citó a Valle-Inclán y a Feijoo, pero al padre Feijoo del siglo XVIII, con aquello de que «el descuido de España me duele».