La A-6 en el acceso a Galicia seguirá cortada en uno de sus carriles hasta final de año
Los trabajos en los dos viaductos que se están arreglando deberían haber finalizado en julio
Primera promoción de Xornalismo en la USC. Trabajo desde febrero del 2000 en La Voz de Galicia, en la delegación de Lugo. Escribo sobre infraestructuras (autovías, carreteras, ferrocarril, obras públicas), política, demografía y temas relacionados con patrimonio histórico y cultural. También soy crítico de cine. Tengo un espacio en RadioVoz Lugo: Lugocinema
Las obras de conservación de los viaductos de Las Lamas (260 metros) y Ruitelán (422 metros) de la A-6 en el municipio berciano de Vega de Valcarce no estarán terminadas hasta final de año. Los trabajos en estos dos puentes cercanos al límite con Galicia comenzaron en octubre del 2019, lo que obligaron al corte de tres kilómetros de un carril en sentido Madrid. Pero en febrero de este año se endurecieron las restricciones de tráfico y se cortó por completo la circulación de ocho kilómetros de la autovía, obligando a los vehículos en sentido hacia la capital de España a utilizar uno de los carriles de subida del puerto de Pedrafita.
En estos momentos, los vehículos tienen que circular con precauciones entre los kilómetros 422 y 429, con un límite de 80 kilómetros por hora y con las luces de cruce encendidas. A determinadas horas del día, y especialmente los lunes y los viernes por el incremento del tránsito, se producen retenciones en la entrada y en la salida de los desvíos.
Las previsiones que manejaba el Ministerio de Transportes al inicio de las obras era que estas actuaciones estuviesen terminadas en pasado julio, pero al parecer la complejidad de las actuaciones obligará a alargar los plazos previstos. Según fuentes de Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia —encargado del mantenimiento de la A-6 hasta Villafranca del Bierzo—, el covid-19 no afectó al ritmo de los trabajos, salvo las dos semanas que tuvo que estar parado el sector de la construcción antes y durante la Semana Santa.
El presupuesto de las tareas de reforma en ambos viaductos —que fueron construidos a principios de los años ochenta del pasado siglo para el nuevo trazado de la N-VI y luego reutilizados para la A-6— ascienden a seis millones de euros. Las actuaciones que se están realizando, entre otras, suponen la renovación de los sistemas de contención y de frenada de vehículos, mejoras en los pretiles, trabajos en los tableros y las pilas de los puentes, cambios en las juntas de dilatación y renovación del firme.
Desde Carreteras aseguran que las labores de consolidación de ambos viaductos se desarrollan con satisfacción, y en función de cómo evolucione la meteorología confían en acabar a finales de año. Incluso se baraja la posibilidad de que el viaducto de Las Lamas (el más cercano a Pedrafita do Cebreiro) esté listo en otoño, y así abrir parcialmente un tramo de la autovía, mientras que el de Ruitelán (que ya tuvo una intervención de varios meses en el 2016) pueda abrirse al tráfico al final del año. Todo dependerá de las condiciones del tiempo, ya que si viene un otoño frío y con nieve, como ocurrió en el 2019, las obras podrían demorarse más tiempo, aunque no suele ser lo habitual.
Precisamente el objetivo que se marcan desde Carreteras es que las tareas estén acabadas antes de la llegada de enero para evitar mayores afecciones al tráfico rodado por heladas y nieve.