
El ministro de Transportes inaugura los 110 kilómetros del tramo de alta velocidad entre Zamora y Pedralba. Ábalos anuncia el recorte de los peajes de la AP-9 y su apuesta por el corredor atlántico
26 oct 2020 . Actualizado a las 22:11 h.El calendario ha ido más rápido que la ejecución del proyecto del AVE para Galicia en la última década, pero hoy la comunidad gallega está ya por fin casi una hora más cerca de la Meseta, Madrid y con ello de las comunicaciones que enlazan con el resto del mundo. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, presidió esta mañana el viaje inaugural del tren de alta velocidad entre Zamora y Pedralba de la Pradería, localidad de la misma provincia.
El tramo de 110 kilómetros es el penúltimo que resta para que Galicia se enganche plenamente al AVE, 28 años después de que se estrenase la línea entre Madrid y Sevilla. Permitirá un recorte de tiempos sobre los actuales de 1 hora y 26 minutos entre Madrid y Pontevedra, el máximo que lograrán las ciudades gallegas gracias a una nueva frecuencia que se habilitará desde la ciudad del Lérez con itinerario por Santiago en lugar de por la vieja línea paralela al río Miño, por donde se conducen aún los trenes que salen de Vigo hacia Madrid. Para los vigueses el ahorro de tiempo que establece Renfe es de 31 minutos y de 24 para los coruñeses, teniendo en cuenta las paradas y cruces con otros ferrocarriles en el caso del que parte de Vigo al discurrir por vía única hasta Ourense.
Corredor del Atlántico
El acto oficial de inauguración se llevó a cabo en la nueva estación de Puebla de Sanabria con la presencia del ministro Ábalos Meco, la también ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la conselleira de Infraestruturas de la Xunta, Ethel Vázquez, y su homólogo de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Ni el presidente gallego ni el castellano leonés asistieron a la cita al estar convocados por el titular del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, a la conferencia de presidentes para abordar el reparto de fondos europeos frente al covid-19.
Ábalos ratificó la información adelantada por La Voz el sábado de que la previsión de su ministerio y el Adif es poner en marcha todo el AVE en el segundo semestre del 2021, fecha que el administrador ferroviario concreta aún más previendo que a finales de julio estén culminadas las pruebas del último tramo que queda en obras, el Pedralba-Taboadela (Ourense).
El ministro aprovechó el acto para comprometer el mismo nivel de inversión y compromiso con en el corredor Atlántico ferroviario de mercancías como tenga el Mediterráneo. Y en otro ámbito, Ábalos anunció que los presupuestos generales del Estado que mañana se presentan, reflejarán la decisión del Gobierno de rebajar los peajes de la AP-9. «Ese sí que es un agravio real del todo, los peajes de la AP-9», manifestó el ministro adelantando un compromiso presupuestario puesto como condición por el BNG para apoyar la última investidura de Pedro Sánchez.
El responsable de Transportes recalcó la dificultad del tramo puesto hoy en marcha, por el que se podrá circular hasta 300 kilómetros por hora, y que transitará por 14 viaductos y 9 túneles, indicó para subrayar la dificultad técnica abordada, que aún es mayor en el recorrido de 101 kilómetros que resta por concluir. En la obra hoy inaugurada se han invertido 898 millones de euros, y también se la ha incorporado ya desde Olmedo el sistema ERTMS 2, el de mayor seguridad y fiabilidad de los existentes en Europa para prevenir accidentes y controlar la marcha de los trenes.
José Luis Ábalos cifró en 4.750 millones de euros lo invertido por los últimos tres gobiernos en el AVE a Galicia, esfuerzo en el que implicó tanto a la solidaridad de los españoles como de los europeos a través de los fondos comunitarios aportados. Para el ministro, el nuevo tramo ya permite al tren convertirse en alternativa al coche para los viajes entre Galicia y Madrid, transporte por el que apostó como más eficaz desde el punto de vista de la sostenibilidad y medio ambiente.
Exigencia de la Xunta
La conselleira Ethel Vázquez combinó en su intervención tanto el agradecimiento de la Xunta y los gallegos por una obra que atribuyó a tres gobiernos centrales, cuatro ministros y a la presión de Galicia para unir la comunidad a la vertebración de España. La responsable de infraestructuras en la Administración gallega indicó que «desconocemos el horizonte del objetivo final» que señaló supone la culminación de las obras de alta velocidad entre Pedralba y Ourense. «Necesitamos planificar», insistió Ethel Vázquez, recalcando la importancia de incluir la totalidad del trazado de alta velocidad en los planes inmediatos de Galicia. «Repare en la mano tendida del noroeste para apostar por el Corredor Atlántico», añadió la conselleira para reclamar una apuesta decidida del Gobierno central por el eje de comunicaciones de mercancías que se plantea para unir España con el resto de Europa.
Lo que falta
El siguiente tramo que resta por concluir, el último, es de 101 kilómetros y unirá Pedralba con Ourense, ciudad en la que en todo caso está pendiente de ejecución una variante que permita eliminar el trazado del ferrocarril por el casco urbano. Dicho proyecto está congelado, al igual que la salida directa del tren rápido para Vigo y Pontevedra por el valle de Cerdedo, actualmente en fase de estudios hidrogeológicos.
Las obras del tramo que permitirá enganchar sin cortes a Galicia con Madrid en alta velocidad están coordinados según el Adif «con el objetivo de tener todas las pruebas realizadas en el mes de julio del 2021 para su puesta en servicio». El administrador ferroviario mantiene que tiene planificada la completa finalización del tramo Pedralba-Taboadela (Ourense) en el mes de diciembre de este año». Su orden de trabajo pasa por finalizar el montaje de la vía en su totalidad en noviembre, y a principios de diciembre llevar a cabo trabajos técnicos como amolado de carril, para pulir los raíles, y las pruebas de auscultación dinámica para ver como interactúan los trenes con la vía. Para noviembre está marcada la realización de las pruebas de carga en los viaductos en los que no se haya hecho aún. Hasta julio se llevarían a cabo las pruebas con trenes laboratorio de alta velocidad que reproducirán las circunstancias de viaje y respuesta ante posibles incidencias del servicio de pasajeros en AVE que según las previsiones del Adif podrán empezar a prestarse en agosto del 2021, fecha demasiado optimista a juicio de la Xunta, que teme no se pueda lograr incluso hasta el año 2022.