La UE se plantea subvencionar trenes nocturnos mientras Renfe los elimina

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN/LA VOZ

GALICIA

Tren hotel a Barcelona en la estación de Lugo
Tren hotel a Barcelona en la estación de Lugo OSCAR CELA

La operadora española es la única que ha suprimido todas las líneas por la pandemia, incluidas las que partían desde Galicia a Madrid y Barcelona

30 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trenes nocturnos se asocian a menudo con viajes del pasado. Largos trayectos que se hacían de noche para poder aprovechar el día y, de paso, ahorrarse el alojamiento. Sin embargo, las líneas de alta velocidad, cada vez más extendidas en varios países europeos, han certificado una muerta lenta de este sistema de transporte: si los tiempos de viaje son cada vez más cortos, pierden en cierta medida su sentido. En España, Renfe ha aprovechado la pandemia para suspender, con toda probabilidad para siempre, sus servicios de tren hotel, incluidas las frecuencias nocturnas que unían Galicia con Madrid y Barcelona. Si la primera puede que no tenga sentido con la llegada del AVE en otoño, la segunda mantiene unos tiempos de viaje que se adaptan a un servicio nocturno.

Sin embargo, en los últimos meses, distintas operadoras ferroviarias europeas se han unido para volver a relanzar conexiones transfronterizas nocturnas de largo recorrido, que incluyen Barcelona entre sus destinos después de planificar, incluso, un servicio que uniría Francia con Galicia y el resto del noroeste que de momento no se llevará a cabo. En paralelo, la militancia contra los viajes en avión, el Flygskam o vergüenza de volar, ha reclutado nuevos usuarios para los trenes de larga distancia, reacios a utilizar el avión por sus altísimas emisiones. Francia y Países Bajos están dispuestos a prohibir vuelos que tengan una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media. Y España también se plantea en serio esta opción a medio plazo.

En un reciente seminario de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (ERA, siglas en inglés) se abordó el asunto de los trenes nocturnos. En él se recordó que en la nueva política de movilidad comunitaria se plantea subvencionar —como si fueran obligaciones de servicio público— conexiones ferroviarias transfronterizas, y muchos de estos servicios podrían desarrollarse en horario nocturno. La Comisión Europea cree que, una vez diseñada la red ferroviaria transeuropea con fondos comunitarios, es necesario darle sentido con servicios reales que conecten los países de la Unión. Este mismo año preparará un plan para aumentar este tipo de conexiones y calculan que en el 2030 podrían estar en funcionamiento 15 rutas ferroviarias transeuropeas.

«Los trenes nocturnos pueden ofrecer una alternativa interesante y medioambientalmente sostenible frente al coche privado y el avión, y el apoyo político en Europa a este tipo de servicios ha ganado fuerza. Este segmento de mercado puede tener más desarrollo, tanto en el ámbito estrictamente comercial, o como obligaciones de servicio público subvencionadas, dentro de la estructura establecida en el Cuarto Paquete Ferroviario», asegura la Comisión Europea en el informe sobre sus objetivos de movilidad. Esta postura contrasta con los planes de Renfe para terminar con sus servicios nocturnos, que incluía uno transfronterizo a Lisboa.

En el seminario de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea se analizaron las ventajas y desventajas de los servicios nocturnos europeos y se constató que España era el único país que suprimió todas sus conexiones de manera indefinida aprovechando las restricciones de la pandemia. Francia solo canceló una: la que une París con Venecia.

Trenes antiguos

Entre las desventajas está la antigüedad del material rodante, la baja velocidad de los convoyes, la competencia de los autobuses de larga distancia y, sobre todo, las aerolíneas de bajo coste. Esto motivó que algunas operadoras públicas dejaran bajo mínimos su operación nocturna, algo que contrasta con la compañía austriaca ÖBB, muy interesada en desarrollar estos servicios y que incluso se hizo cargo de varias rutas que dejó de operar la alemana Deutsche Bahn, como Múnich-Milán-Roma o Berlín-Zúrich. El año pasado se puso en servicio la línea Viena-Bruselas. Suecia también está interesada en subvencionar líneas internacionales y este año tiene previsto ofertar un tren entre Estocolmo y Berlín. Incluso compañías privadas como Regiojet preparan servicios estacionales nocturnos entre Praga y Ucrania.

El futuro, según la ERA, pasaría por que estos trenes nocturnos transeuropeos puedan acceder a las redes de alta velocidad tras la renovación de las flotas nacionales, con el objetivo de construir una malla de servicios ferroviarios comunitarios