El último detenido por la agresión mortal en A Coruña se llevó el móvil de Samuel

A. Mahía / X. Gago A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El lugar en el que cayó Samuel se ha convertido en un altar en su memoria.
El lugar en el que cayó Samuel se ha convertido en un altar en su memoria. MARCOS MÍGUEZ

Los cuatro arrestados carecen de antecedentes, lo que dificultó su identificación. Son amigos entre ellos, pero no conocían a la víctima

09 jul 2021 . Actualizado a las 09:37 h.

Ya son cuatro los detenidos por la paliza mortal a Samuel. Pero habrá más. El último fue arrestado el miércoles por la noche y, al contrario que los anteriores, sí se prestó a declarar en la comisaría de la Policía Nacional. Supuestamente, es el joven que le quitó el móvil a la víctima cuando quedó tendida en el suelo tras recibir decenas de golpes por todo el cuerpo. También se cree que participó en la brutal agresión. Por eso se le imputan los delitos de homicidio y de apropiación indebida.

Está previsto que este viernes pasen a disposición judicial los arrestados el martes, a los que la policía mantuvo en los calabozos hasta donde la ley le permite, 72 horas. Pese a negarse a contestar a las preguntas de los investigadores, más allá de escudarse en que estaban ebrios, se optó porque permanecieran en dependencias policiales. Por varias razones. Para encontrar más pruebas que echarles encima y, además, ya que ellos no quisieron hablar, tal vez otros hablarían por ellos durante los días que estuvieron encerrados. Se desconoce por el momento si el detenido la noche del miércoles pasará hoy a disposición judicial o también estará 72 horas en el cuartel de Lonzas.

Ninguno de los detenidos tiene antecedentes. Y eso complicó la investigación. Como sus rostros, huellas, identidad y localización no están en las bases de datos policiales, su identificación fue más complicada. Eso supuso, según fuentes de la investigación, que solo los vídeos captados por las cámaras de tráfico y de establecimientos cercanos al lugar del crimen sirvieran para poner nombre a los implicados en la agresión. Fue y está siendo una labor complicada, de ahí que no se hayan producido por el momento más arrestos, aunque no se descartan más detenciones de otros jóvenes que, supuestamente, participaron en la paliza. Para llegar a los cuatro que sí fueron identificados, la policía tuvo que emplear decenas de horas de trabajo repasando las grabaciones, la inmensa mayoría de ellas sin la calidad suficiente para identificar a los autores.

Así que para localizarlos fue fundamental la aportación de los cerca de veinte testigos que hablaron con los investigadores, algunos de los cuales se presentaron sin ser llamados. Fue valioso el testimonio de una persona que estaba cerca y pudo poner nombre a uno de los agresores. A partir de ahí, utilizando incluso las redes sociales del sospechoso, se llegó al resto de los detenidos, y con pinchazos telefónicos autorizados por la jueza del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, que es el que lleva el caso, si bien este viernes será la jueza del número 1 la que tome las declaraciones, al estar de guardia. Luego remitirá las pesquisas a la instructora. También será la que decida si los envía a prisión provisional o no.

Sobre la posible motivación homófoba del crimen, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, señaló ayer que «tendrá que decidirlo la jueza». La policía, por su parte, cree que no se dan las circunstancias que el Código Penal establece para dictaminar un delito de odio.

La familia de la víctima pide que no se le dedique una calle ni días de luto

La familia de Samuel Luiz ha trasladado al Ayuntamiento de A Coruña su deseo de que no se declaren días de luto oficial ni se dedique el nombre de una calle a su hijo. Así lo hizo saber la alcaldesa, Inés Rey, a los portavoces de los grupos municipales. La familia también ha pedido que se permita trabajar a los policías que investigan la muerte del joven. Mientras el padre de Samuel transmite ese deseo, la plataforma Change.org, donde se pide el cambio de nombre a la calle Buenos Aires, ya recibió 4.000 firmas.

Max Luiz, el padre de Samuel, ya había pedido a principios de semana que la muerte de su hijo no se utilizase políticamente. Y que tampoco fuera bandera de nada. Agradece, eso sí, todos los gestos y mensajes de cariño que han recibido estos días, pero desea que la figura del joven solo sea recordada por su «bondad, humanidad, alegría y trabajo».

Flores, peluches y velas

Un globo enorme con forma de corazón de color rojo preside una especie de altar que los coruñeses han montado en el lugar donde fue asesinado Samuel, adornado por peluches, fotos, velas y muchísimas flores en recuerdo de una vida compartida y robada a los 24 años. Pero lo que más conmueve, además del recuerdo, son las lágrimas de muchos ciudadanos que pasan por esta acera, frente al mar de Riazor, donde mataron de una brutal paliza a Samuel.

Como un grupo de seis personas que ayer se acercaron al improvisado altar, unas rezando, otras depositando ramos, todas llorando. Es un dolor silencioso, cómplice, un deseo de paz para Samuel, de apoyo para su familia, de imposible consuelo. El padre de Samu, Max Luiz, dejó en ese lugar ocho láminas manuscritas para agradecer el trabajo del 061 «por todo el esfuerzo realizado» y para expresar su dolor porque «nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida». «Un pensamiento de paz cada día», «mucha fuerza, luz y amor Samuel, allá donde estés», «justicia para Samuel» o «te quiero Samu», son también mensajes que sus amigos, familiares, conocidos y desconocidos han dejado donde cayó Samuel herido de muerte.

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, insistió ayer en mostrarse cauto sobre «el móvil» y repudió, tras condenar la violencia y de forma expresa la homofobia, a aquellos que «hacen política con un asesinato».