Los médicos gallegos muestran su total oposición a esta transferencia
05 ago 2021 . Actualizado a las 18:37 h.Poco antes de la pandemia saltaba la polémica. Dentro de las negociaciones entre el Gobierno central y la Generalitat se incluía el traspaso de numerosas competencias, entre ellas la formación sanitaria especializada, es decir, el MIR, EIR, FIR... Año y medio después, y tras el parón del covid, vuelve a estar encima de la mesa esta posibilidad. En el mes de octubre se pondrá en marcha un grupo de trabajo para valorar la viabilidad de transferir esta competencias, es decir, que haya un mir catalán.
La respuesta, al menos en Galicia, no se ha hecho esperar. Total oposición desde el Consello Galego de Colexios Médicos. El presidente del colegio de A Coruña, Luciano Vidán, asegura que de momento no hay nada oficial, pero en todo caso, de acabar prosperando esta petición, sería «un despropósito». Y es que el programa mir es uno de los ejemplos de éxito del país, junto con el sistema nacional de trasplantes, hasta el punto de que ya se extendió al resto de profesiones del sistema sanitario, como el EIR en enfermería o el FIR en farmacia. «Todo el mundo coincide en que uno de los éxitos y uno de los motivos de haber llevado a la excelencia al sistema sanitario español fue el programa mir, con una forma de acceso objetiva y única para todos». Además, se pregunta Vidán, «a nivel formativo, ¿qué le va a aportar al programa que se transfiera a una comunidad autónoma?».
Los profesionales ven por tanto más motivos políticos que docentes detrás de esta propuesta. El decano de Medicina, Julián Álvarez Escudero, a título personal, insiste, ve posible que este traspaso se materialice «porque con todo el respeto a las decisiones políticas, cuando el objetivo es político cualquier cosa es posible, de hecho hay decisiones en sanidad difíciles de entender».
Una posible descentralización del mir sería para Escudero un cambio empobrecedor, tanto para el sistema catalán como para el español: «Creo que desde el punto de vista sanitario aporta poco y limita mucho». Si el examen para acceder a esta formación se hiciese el mismo día en Cataluña y en el resto de España se limitaría de forma evidente la movilidad, «y cualquier decisión que limite la capacidad de elegir y de moverse es empobrecedora», recuerda este facultativo y docente. Está claro que el mir necesita una reforma «pero es el mejor sistema de formación, a años luz de cualquier otro», concluye.
Precisamente el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, se refirió a esta polémica en el pleno del Parlamento de este martes. «Sería un erro maiúsculo -afirmó- e confío en que o Goberno de España non ceda a esa chantaxe, porque para min non é mais cunha chantaxe», dijo. Comesaña rechazó que se plantee la transferencia de la formación sanitaria especializada a cualquier comunidad, y recordó que si hay dos programas de la sanidad española que destacan en todo el mundo esos son el mir y el modelo de trasplantes. Precisamente este miércoles el conselleiro solicitará en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad que se celebre una reunión monográfica sobre la formación de los médicos de familia. «Pedímola hai un mes e déronnos a calada por resposta, lonxe de producirse esa reunión, o único que temos é a nova de que a partir de outubro se arranxa o problema en Cataluña», ironizó Comesaña, «é lamentable».
Un buen sistema con 50 años de vida que precisa cambios
No hay duda de que es el menos malo de los sistemas, aunque precisa reformas. El mir comenzó en Asturias en los años sesenta y se generalizó en 1972 a toda España. Es, por lo tanto, un modelo que ya está necesitado de reformas -«no había ordenadores cuando se puso en marcha», recuerda Álvarez Escudero-, pero su descentralización no es una de ellas. De hecho, el acceso único, transparente y objetivo es una de sus principales ventajas.