La alta velocidad entre Galicia y Madrid se asienta sobre decenas de viaductos que, en algunos casos, superan los cien metros de altura
19 dic 2021 . Actualizado a las 15:32 h.Conectar Ourense con Madrid en dos horas y cuarto depende del alarde de ingeniería que ha conseguido superar una de las orografías más complejas del continente. Solo entre Pedralba y Ourense, un tramo que durante 101 kilómetros se adentra entre escarpadas montañas y pronunciados valles, los trenes de alta velocidad discurren por 32 viaductos y 31 túneles, por lo que seis de cada diez kilómetros aquí transcurren sobre pilares o bajo tierra.
Entre la localidad zamorana y Ourense hay 11 kilómetros de viaductos. El de mayor longitud está en Requejo (1,72 km), en el límite entre Castilla y León y Galicia. Los continuos desniveles del terreno convierten a este tramo en el más complicado de toda la línea. Así, sobre el arroyo de Teixeiras se levanta la que posiblemente sea la estructura más espectacular de toda la línea hasta Madrid. Sus pilas centrales de 92 metros se levantan desde lo más hondo del valle, un entorno de especies autóctonas como castaños y robles sobre el que se intentó generar el menor impacto posible, por lo que en las pilas centrales se colocaron dos semimarcos que forman una estructura que dota al viaducto de gran transparencia. «Su vano central, con dos semiarcos abatidos que comparten cimentación con las pilas, es una ingeniosa y bella solución para proteger el cauce del arroyo», valoró el año pasado el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos. El viaducto roza así los cien metros de altura y mide 507 metros de largo.
El vistoso resultado estuvo precedido de una enorme incertidumbre que a punto estuvo de retrasar la inauguración de la línea. Las máquinas de construcción llegaron en el 2014, pero las obras estuvieron paradas casi dos años y, a solo un año del plazo previsto para culminar el viaducto, no había rastro de las pilas que iban a sostener los dos tableros que salvarían el valle. El ADIF decidió dividir en dos grandes tramos el despliegue de la vía y habilitar otra base de montaje secundaria, con el objeto de que el retraso en el puente no afectara a la instalación de la superestructura, como la vía, la electrificación o los elementos de seguridad.
Las obras se reanudaron a principios del 2018. En marzo del 2019 solo estaban preparados los estribos desde donde partirían los tableros y algunas cimentaciones de las pilas, pero en agosto culminaron las obras en tiempo récord: 14 meses.
En el tramo anterior, el que parte de Zamora a Pedralba de la Pedrería, hay otros 16 viaductos y 54 pasos inferiores que permiten ahorrar en el viaje a Madrid 50 minutos de media. El puente sobre el río Tera es el más largo de todo el recorrido de 110 kilómetros, con 645 metros de longitud y una altura que alcanza los 42 metros. Otro de los viaductos más significativos es el de Ricobayo, con 368 metros.
El más alto, el del Ulla
Ya en Galicia, la línea de alta velocidad cuenta con varios viaductos singulares, como el de Rego das Lamas, en Lalín, con 287 metros de largo y su característico arco superior atirantado en el cruce con la autopista AP-53. En el tramo de Ourense a Lalín destacan por su longitud los puentes sobre el río Arenteiro (1,4 kilómetros) y Viñao (1,3). El viaducto del río Sáramo, con 1.465 metros, es el de mayor longitud de la línea en Galicia. Después de Lalín, las infraestructuras sobre el río Deza y la de O Eixo superan el kilómetro, con 1.175 y 1.224 metros, respectivamente.
La espectacularidad del viaducto del AVE sobre el río Ulla, el más alto de España con 116,9 metros y un gran arco central de 168 metros de luz, le hizo merecedor del Premio San Telmo 2011, concedido por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia a la mejor obra de ingeniería civil ejecutada en la comunidad.