Feijoo se despide del PP de Galicia: «En dos semanas renunciaré a la presidencia del partido»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

GALICIA

Feijoo, durante el acto en la Cidade da Cultura para presentar su candidatura a dirigir el PP nacional.
Feijoo, durante el acto en la Cidade da Cultura para presentar su candidatura a dirigir el PP nacional. PACO RODRÍGUEZ

Lanza su carrera hacia la Moncloa con un acto multitudinario en la Cidade da Cultura de Santiago

17 mar 2022 . Actualizado a las 10:30 h.

Alberto Núñez Feijoo se despidió esta tarde del PPdeG en un multitudinario acto celebrado en la Cidade da Cultura de Santiago. «Como todo el mundo sabe, en dos semanas renunciaré a la presidencia del partido» en Galicia, anunció. La dimisión, como él mismo explicó, viene obligada por los estatutos, que impiden compatibilizar ese puesto con la futura presidencia del PP nacional, a la que opta como candidato único, respaldado por 55.000 avales y todos los dirigentes regionales. En el congreso de Sevilla del 1 y 2 de abril se formalizará ese paso, y tendrá que dejar el PPdeG.

Después de 16 años al frente del partido en Galicia, era inevitable una cierta emoción en el adiós. Intentó conjurarla con humor, señalando que «es mucho mejor tener que renunciar a que te renuncien», o pidiendo a los afiliados que le hagan caso «al menos 15 días». Pero aún así solo dispuso de un hilo de voz cuando proclamó: «Nunca voy a renunciar a ser militante del PP».

Feijoo confirmó así el fin de su etapa como líder del PPdeG, y le puso fecha. Pero fiel a su estilo de marcar los tiempos, no dio pistas sobre su sucesión. Afirmó que está «tranquilo», porque en la cantera política gallega hay «gente capaz de hacer varios gobiernos» por su experiencia orgánica, política y de gestión. Añadió que «lo que vamos a hacer en Galicia [el relevo], lo vamos a hacer bien, con rigor y altura de miras».

La clave es el cómo se afrontará el cambio en la dirección del partido, y por el momento los tres escenarios posibles están abiertos: el nombramiento de un nuevo presidente por el comité ejecutivo (lo que podría dar una pista para el relevo en la Xunta), la convocatoria de un congreso extraordinario, o que durante un tiempo asuma sus funciones el secretario general, Miguel Tellado, dejando vacante la presidencia.

El relevo en la Xunta aún tendrá que esperar más. Feijoo puede compatibilizar la presidencia del PP con la del Gobierno gallego, y ya ha anunciado que lo hará al menos hasta mayo.

La despedida solo ocupó la última parte del acto, encuadrado en la gira que el candidato está haciendo por las 17 comunidades autónomas. Rodeado de los dirigentes del PPdeG, de afiliados y simpatizantes, más de 2.000 personas según los organizadores, Feijoo fue recibido al grito de «presidente, presidente» entre banderas de Galicia con su nombre y también banderas de España, más numerosas que en actos anteriores. Pese al adiós, el mitin no fue un final, sino el principio de la carrera del presidente gallego para intentar llegar a la meta que se marcó: «Ganar y gobernar».

El tono fue casi de mitin, aunque estemos fuera de época electoral. Feijoo cargó contra los «años de frivolidad presupuestaria y económica que se han agravado en los últimos días». Advirtió contra la inflación «desbocada» y el riesgo para la recuperación de un país que «ya no iba bien».

Señaló que «parece una broma que mientras el mundo lucha para evitar la tercera guerra mundial, Sánchez no sea capaz de convencer a sus socios de Podemos (...) Parece una broma que al día siguiente de que se anuncie un aumento del gasto en Defensa parte del Gobierno diga que no lo ve. Parece una broma que con una guerra sin cuartel a 25 kilómetros de la frontera europea, con cien hospitales bombardeados, la Moncloa se convierta en un plató para grabar una serie a mayor gloria del presidente. Parece una broma que cuando hay familias que no llegan a fin de mes, la vicepresidenta diga que no es para tanto, que hay otras naciones mucho más afectadas por la guerra (…) Todo parece una broma -añadió-, pero la triste realidad es que en el peor momento tenemos el peor Gobierno de la historia reciente de España».

Hubo más recados. Lamentó que el presidente cuente con el apoyo del PP en un momento tan complicado, solo para tener a la «oposición en el Gobierno». Lamentó que mientras «se tambalea la estructura económica y social» del país, el Ejecutivo centra sus esfuerzos a «insultar a un simple candidato de un partido [él mismo]».

Arrancó los aplausos más fuertes cuando reiteró su exigencia de que se reduzcan los impuestos a la energía y denunció que, sin esa medida, «no se puede distribuir la leche y los piensos en buena parte del territorio. No hay suministros en varios sectores de la economía. Hasta se compromete la retirada de residuos en las ciudades. Hay toneladas de pescado sin salir de las lonjas. Está ocurriendo hoy mismo. Ayer mismo. Ayer hubo Consejo de Ministros y han hecho que no existe. Han dicho que ya veremos si en 15 días, y que tranquilos, que con o sin Europa se bajarán los impuestos. Pues si es con o sin Europa, ¿a qué esperamos? La flota no pueden esperar dos o tres semanas, ¿por qué el Gobierno se empeña en esperar a fin de mes si españoles no podemos llegar a fin de mes? ¿ Por qué no los bajan ya?», exclamó.

La solución pasa por un «Gobierno unido» que a su juicio solo puede ofrecer su partido. «Tenemos más experiencia que todo el Gobierno de la nación junto», dijo. Su objetivo, añadió, es «llevar al resto de España» la estabilidad institucional que se alcanzó en Galicia. Un modelo, el gallego, añadió, que demuestra que «al independentismo se le puede parar con firmeza sin insultos y sin sometimientos», y que el populismo no es una «consecuencia inevitable» de estos tiempos porque «en Galicia no está». La meta, como ya señaló en estas semanas, es un escenario similar al de Galicia, donde «el PSOE no gobierna, el nacionalismo grita, pero no manda, Podemos no está en el Parlamento, y el centro derecha tiene una única marca de referencia».

Pidió a los cuadros del PPdeG que le acompañen. «Convócovos a que andemos xuntos este camiño como sempre en Galicia (…) Non vou conseguir nada só. Nunca conseguirmos nada sos en política». Pero les advirtió como si fuesen a esa «guerra sin cuartel» de la que había hablado: «Su obsesión es descalificarnos, incluso amedrentarnos. La nuestra es hacer las cosas bien (…) Por más que suban el tono o por más que digan de todo sobre mí. Por más que saquen todos sus efectivos para atemorizarnos, sigamos adelante. Pensemos serenamente en una nación serena. El caos y la división se pueden superar. Igual que hemos gobernado sin caos ni división desde el 2009, vamos a conseguir volver al Gobierno de España».

PACO RODRÍGUEZ

El adiós del presidente a Toñito, su sombra en los mítines

Feijoo también se despidió desde el atril de Toñito, el hombre que desde el 2009 le sigue por sus actos políticos en Galicia con una pancarta que reza: «Presidente, eres un fenómeno». Ayer se lo repitió varias veces en el mitin, y Feijoo acabó contando la historia de cómo le conoció. Fue en un mitin en Carballo, en el 2009, «cando ninguén daba un patacón por nós». Le vio con la pancarta del fenómeno y pensó que «era un home medio tolo, pero logo dinme conta de que está máis cordo ca min, porque todo o que dixo se cumpriu».