El caso Déborah prescribe mañana, pero el exnovio continuará como investigado

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

La Fiscalía no prevé mover ficha y la familia lucha por esclarecer la verdad

12 sep 2022 . Actualizado a las 09:33 h.

El caso Déborah entra en su esprint final. Los últimos informes del ADN hallado en el cadáver de la joven de Vigo desaparecida hace dos décadas no han sido concluyentes y, con esa pista agotada, solo quedan por resolver los flecos en torno al único investigado, su exnovio. El tiempo corre. Mañana sábado, el delito de homicidio o asesinato prescribirá. Se cumplen 20 años de la desaparición de la joven viguesa Déborah Fernández-Cervera, una estudiante de diseño gráfico que salió a correr por la zona de Samil el 30 de abril del 2002 y de la que no se volvió a saber nada más hasta que, diez días después, su cadáver apareció desnudo en una cuneta a 40 kilómetros de Vigo. Todo apunta a que la jueza archivará definitivamente el caso, con la excepción de las pesquisas que se realizan en torno al exnovio de Déborah, que seguirá como único investigado.

Según fuentes oficiales, la Fiscalía «no va a mover ficha» antes del sábado y deja la prescripción en manos del juzgado, «pues es quien debe determinar el archivo o no del asunto». En otras palabras, el ministerio fiscal no prevé solicitar una prórroga del caso y lo dejará prescribir.

Fuentes próximas al exnovio entienden que ya no hay más hilos de los que tirar porque los últimos resultados de las pruebas genéticas indican que el ADN analizado en el cadáver no se corresponde con el del investigado. Argumentan que no aparece su perfil genético ni en el cadáver ni en las muestras biológicas recogidas en el 2002 ni en los rastros recuperados por los forenses en la exhumación de Déborah en el 2021.

 

Pero la familia de Déborah replica que, ateniéndose al informe de los forenses de Madrid, el único que sigue imputado es el exnovio porque otro testigo queda descartado tras el informe oficial de los resultados del análisis de ADN. Para los allegados de la joven, lo único que se ha probado hasta ahora es que todas las líneas de investigación alternativas han fracasado y que la única viable en pie es la del exnovio.

La última pista se agotó el miércoles cuando solo faltaban tres días para la prescripción. Todo empezó hace un mes, cuando agentes de Madrid identificaron un pequeño fragmento de ADN en un pelo hallado en un pie del cadáver en el 2002 y que relacionaron inicialmente con el perfil de un testigo del caso que figura en el sumario. Pero esa línea condujo a un callejón sin salida. El miércoles, la jueza descartó oficialmente a ese testigo al entender que su huella genética no era concluyente. Según fuentes consultadas, de los resultados se desprende que solo hay una discrepancia y que podría estar motivada por las mutaciones espontáneas que se producen con los años.

Sin más indicios a los que aferrarse, la jueza cerró esta vía. Dictó el miércoles un auto que descartaba tomar declaración como investigado a dicho testigo. Se trata de un conductor que, al noveno día, declaró haber visto una furgoneta en la que un hombre estaba moviendo a una persona, con pelo oscuro y abundante, con los pies inertes, a la altura del campo de fútbol de Coruxo. Es en la playa de O Vao, a cinco kilómetros de Alcabre, donde vivía Déborah. Dicho testigo no era del círculo de la joven y aseguró que no la conocía de nada.

La sorpresa saltó recientemente, cuando un perfil genético similar al suyo dio positivo en el pelo recogido hace veinte años en el cadáver. Pero esa pista no ha llevado a ningún lado. El propio Instituto Nacional de Toxicología, que había identificado el perfil y lo había cotejado, avisó a la jueza de que los resultados no eran concluyentes. Para la defensa, lo resaltable es que la huella genética no implica al exnovio.

A solo unos días de la prescripción del caso, solo sigue en pie una única línea de investigación, la del exnovio, que continuará su curso en las próximas semanas mediante la tramitación de otras diligencias que soliciten las partes o el estudio de los informes que aporten la policía o los forenses. Se trata de cerrar los flecos en torno al exnovio. El resto habrá prescrito. Para la defensa del exnovio, los informes genéticos lo excluyen y pide dar carpetazo.

«Intentamos saber qué persona o personas pudieron trasladar el cuerpo y participar»

La familia de Déborah emitió este jueves un comunicado para negar que el testigo que dio positivo en ADN tenga algo que ver y reiteran que solo hay un investigado, que es el exnovio.

Los allegados de la joven subrayan que fueron ellos quienes instaron a investigar «a otras personas que, en su momento, las pruebas de ADN habían decretado que no era excluyente la comparativa de su ADN con un pelo hallado en Déborah». Añaden que, tras diferentes pruebas del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y de la valoración de los facultativos, que se pronunciaron la pasada semana, «se ha decretado con total rotundidad que [ese testigo] no tiene nada que ver». En ese sentido, añaden, la jueza dictó el miércoles un auto que decretó que «esa persona [el testigo] no puede ser imputada ante la contundente declaración de los facultativos del Instituto Nacional de Toxicología».

La familia recalca que «a día de hoy, tan solo hay una persona imputada y todas las pruebas practicadas respecto a esta persona y respecto a otras, respecto a las que pedimos más pruebas de ADN, han sido siempre a instancia nuestra». Reiteran que con esas pruebas «intentamos saber qué persona o personas pudieron tener participación en el traslado del cuerpo y de los hechos». 

La otra versión

Fuentes de la parte contraria interpretan de manera distinta la declaración de los forenses del Instituto Nacional de Toxicología, del 19 de abril. Sostienen que se excluyó que cualquiera de las muestras de ADN recogidas del cadáver de Déborah perteneciera al exnovio, tanto las tomadas en el 2002 como las extraídas tras la exhumación del cadáver. Sostienen que el ADN hallado en el pelo del pie de Déborah no puede excluirse que pertenezca a esta persona [al testigo], por lo que «obviamente» se excluye que sea del exnovio o Déborah. Añaden que la muestra del pelo se recogió en el 2002, pero, en aquel momento, debido a los medios de entonces, no podía ser cotejada. Del resto de las muestras que se obtuvieron tras la exhumación, aseguran que tampoco se logró ninguna compatibilidad ni con el exnovio ni con los demás contrastados.

 

EL PROCESO 

La desaparición

30 de abril del 2002. Déborah Fernández-Cervera, de 22 años y residente en Alcabre, salió a correr por la zona de Samil esa tarde. Volvía a casa cuando se pierde su pista. 

El cuerpo

10 de mayo del 2002. El cadáver de Déborah fue hallado desnudo y sin signos de violencia en una cuneta de O Rosal, a 40 kilómetros de Vigo. Estaba colocado con una escenificación y pruebas falsas para despistar a la policía. 

La reapertura del caso

7 de noviembre del 2019. Tras años con el caso cerrado, la familia aporta un testimonio que obliga a practicar nuevas diligencias. La jueza de Instrucción número 2 de Tui reabre la investigación y cita a declarar a varios testigos. A ello se suman otras prácticas, como el análisis del disco duro del ordenador de la joven, cuyo resultado no ha trascendido. 

La exhumación

18 de mayo del 2021. Los forenses extraen el cadáver y hacen un tac. Recuperan ocho uñas y las envían al Toxicológico de Madrid para extraer fibras y ADN. 

La inhumación

27 de mayo del 2021: La Justicia devuelve el cuerpo de la joven al cementerio de Pereiró tras realizar la segunda autopsia.

Nuevas vías de investigación

19 de junio del 2021: Aparecen pelo y fibras en las uñas de Déborah. Este hallazgo abre nuevas vías de investigación

Un único investigado

11 de febrero del 2022. El juzgado de Tui llama a declarar al exnovio de la joven en calidad de investigado y evita que el caso prescriba.

ADN masculino en las uñas

10 de marzo del 2022. El Instituto Nacional de Toxicología ha hallado ADN de un varón en una uña del cadáver de Déborah Fernández-Cervera. La familia pide que se amplíe la prueba para averiguar el perfil genético.

Callejón sin salida

28 de marzo del 2022. Los resultados genéticos apuntan a un vecino de la joven sin relación con el caso y no se consideran concluyentes. La jueza descarta esa vía y a poco de prescribir solo mantiene la investigación sobre el exnovio.