Miñones, sobre la caída del viaducto de la A-6: «El desvío será prolongado en el tiempo; necesitamos saber las causas del derrumbe»
GALICIA
La seguridad y la investigación que determine las causas serán prioritarias para el Ministerio de Transportes, que explicó que el derrumbe no tiene que ver con los problemas detectados hasta ahora en la estructura
08 jun 2022 . Actualizado a las 17:02 h.El desvío motivado por el derrumbe del viaducto de O Castro que se produjo el martes y que obliga a los conductores a atravesar la nacional bien sea para circular dirección A Coruña o para llegar a Madrid será prolongado en el tiempo. Así lo explicó el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, desde el centro de control del tráfico de la A-6, en Pedrafita do Cebreiro, que desgranó este miércoles los tres objetivos que se marca el Gobierno Central en los próximos meses.
En primer lugar, Miñones explicó que primará la seguridad por encima de todo, motivo por el cual ya se ha cerrado el paso de la autovía que estaba parcialmente abierto. Será prioritario realizar una investigación que pueda explicar las causas de la caída del viaducto, así como analizar el estado en el que se encuentra la parte del puente que todavía está en pie. En segundo lugar, el delegado detalló que el Gobierno es consciente de que el corte de este tramo de la A-6, que es la principal arteria que permite entrar y salir de Galicia, va a generar problemas de circulación, por lo que asegura que ya están buscando las mejores garantías y pide prudencia y paciencia a los conductores ya que será «un desvío prolongado en el tiempo». La intención es que los trabajos de reparación y reconstrucción empiecen cuanto antes, pero para ello es necesario «conocer las causas que provocaron la caída». Asimismo, todos estos trabajos serán una prioridad para el Ministerio de Transportes, que ya ha adelantado que no escatimará en gastos.
Miñones estuvo acompañado del Director General de Carreteras, Javier Herrero, y de la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, así como del delegado de León. Todos aseguraron que mantendrían una comunicación constante con la Xunta de Galicia y con la Junta de Castilla y León para informar de cualquier avance sobre las obras y el tratamiento de las mismas.
Por su parte, Herrero, que precisamente fue supervisor durante la ejecución de las obras de O Castro hace más de 20 años, por lo que las conoce de primera mano, recordó que ya en su momento el viaducto supuso un trabajo de construcción complejo. Y dentro de los planes de estudio de los viaductos, que el Ministerio de Transportes lleva años realizando, detectaron el pasado 2021 que había «un problema importante en los cables de pretensado, que son los que sujetan el tablero». Por ello, el pasado 18 de octubre se declaró la emergencia de esta obra, y se destinaron unos 11 millones de euros para revisar y acometer el cambio total de los cables. Y precisamente porque era prioritaria, hace un mes se amplió el presupuesto en 14 millones -por lo que la inversión total asciende a 25-, para cambiar todo el pretensado del viaducto.
«Nunca habíamos detectado algo semejante»
Precisamente en el tablero que se vino abajo este martes ya se habían realizado todos los trabajos de cambio en el cableado, por lo que el director general de Carreteras confesó que fue una sorpresa ya que considera que la caída del tablero nada tiene que ver con el problema detectado anteriormente. «Este es un problema que desconocemos, y nunca habíamos detectado en la red viaria algo como lo que acaba de surgir», detalló Herrero.
Es decir, la causa del derrumbe nada tiene que ver con las obras, ni con las deficiencias que conocían de primera mano. Y esto motiva que sea necesario realizar un estudio en profundidad para saber si existen otros problemas adicionales y que no habrían detectado hasta el momento.
En Transportes barajan numerosas hipótesis, y por ello analizarán la cimentación del viaducto, ya que las pilas están a una profundidad de entre 15 y 18 metros. Aparentemente, Herrero confirmó que no hay grietas ni problemas estructurales en las pilas.
Hasta que el estudio de las causas del hundimiento no vea la luz, no es posible abrir el tramo de autovía que aún está en pie y desde el Gobierno aseguran que harán todo lo posible para arreglar con la máxima brevedad de tiempo los viaductos. Aunque asumen molestias y problemas en la circulación, quieren primar la seguridad.
Derribo de las dos pilas más cercanas al hundimiento
De manera inmediata, el Ministerio de Transportes procederá al derribo de las dos pilas más cercanas al hundimiento para evitar así que siga habiendo movimientos que puedan afectar a la parte del viaducto que está en pie.
Pedrafita do Cebreiro asume ahora el tráfico de la A-6 y ya asume algunas retenciones. En total, son 12 kilómetros de desvío: cuatro a través de la N-VI y ocho por la autovía, que está desdoblada. Por ello, y motivado también por la circulación de camiones, en determinados momentos se producen largas colas que ralentizan la marcha de los conductores.