La crisis en atención primaria y los PAC fuerzan el relevo en la cúpula del Sergas

Elisa Álvarez / Cristina Barral SANTIAGO, PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Sandra Alonso

Estrella López-Pardo sustituye al gerente, José Flores, que asume la dirección del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés

05 ago 2022 . Actualizado a las 07:54 h.

Puntos de atención continuada sin médico, medidas excepcionales para cubrir las ausencias con facultativos del 061 o con profesionales de urgencias hospitalarias y una amenaza de huelga. El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés se había convertido en un polvorín y eran evidentes los cambios en su equipo directivo. Pero la sorpresa la ha dado la Xunta al relevar al gerente del Sergas, José Flores, en la práctica el número dos de la consellería, para enviarlo a apagar el fuego de Pontevedra. Flores llevaba en el cargo menos de dos años y se convertirá en el gerente de esta área sanitaria en sustitución de José Ramón Gómez. Ya anunció que renovará el equipo que le acompañe, y de hecho la número dos de la gerencia, Sonia Fernández-Arruty, ha dimitido.

Su cargo como responsable del Servizo Galego de Saúde -mano derecha de Julio García Comesaña- lo ocupará Estrella López-Pardo (Lugo, 1959), hasta ahora directora xeral de Planificación e Reforma Sanitaria, un nuevo departamento que puso en marcha hace un año el conselleiro con el objetivo de hacer reformas de calado en la atención primaria.

Que iba a haber relevos en Pontevedra y O Salnés era evidente, pero a más de uno le ha sorprendido la marcha de Flores. Es cierto que conoce bien el área. No solo se formó allí como especialista sino que trabajó en las urgencias del Montecelo y O Salnés, en la base del 061 en Pontevedra e incluso fue durante meses director asistencial de atención primaria. En estos momentos esta gerencia necesita mano izquierda para reconducir un verano que está siendo crítico por la falta de médicos, y Flores la tiene. Porque la gerencia de Pontevedra, sostienen fuentes sanitarias, «se había dejado ir pensando que el tiempo iba a arreglar el mundo, y no».

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confirmó estos cambios tras la reunión semanal de su equipo y aseguró que se trata de un relevo puntual que no irá más allá: «Non hai ningunha previsión inminente de facer ningún outro relevo dese tipo, creo que nun momento especialmente complicado hai que pedirlle aos equipos actuais que traballen con empeño», apuntó. Agradeció el trabajo de José Ramón Gómez «despois de cinco anos cun intensísimo exercicio ni posto». Y sobre la elección de Flores apuntó que «fixo moi boa labor como xerente do Sergas e todo indica que podería facer unha magnífica labor». 

Un cambio de sillas

¿Y qué pasar con el ya exgerente de Pontevedra? Se ubicará en los servicios centrales, y fuentes sanitarias afirman que ocupará el cargo que deja Estrella López-Pardo. Es decir, se producirá un cambio de sillas entre los tres cargos: José Flores ocupará el puesto de José Ramón Gómez, este el que deja Estrella-López Pardo, y Estrella la gerencia que ocupaba José Flores. «Es como el juego de los trileros», sostienen con ironía los críticos.

Para la oposición el cambio de caras no soluciona el colapso sanitario. Tanto BNG como PSdeG insisten en que se necesitan nuevas políticas e inversión y no un carrusel de nombramientos. El diputado nacionalista Manuel Loureiro afirmaba que la sucesión de dimisiones en la sanidad gallega «pon de manifesto unha realidade de deterioro da sanidade pública, tras trece anos de recortes e privatizacións, que xa non pode ser ocultada polo Goberno do PP». En cuando al PSdeG, Julio Torrado, señalaba que los cambios demuestran que la Xunta reconoce el problema que generó en el sistema sanitario y califica el relevo del gerente de Pontevedra como una «defenestración pola falta de profesionais e a situación caótica».

Tanto el nuevo responsable del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés como la gerente del Sergas tienen importantes retos ante sí, y entre ellos hay dos capitales, la atención primaria, que sigue con problemas de gestión y personal años después y pese a las medidas que se han implantado -algunas por la propia López-Pardo al frente de su dirección xeral-, y el déficit de personal, sobre todo de médicos. En este contexto Rueda volvió a defender la gestión de la Xunta y a criticar al Gobierno central: «As medidas que dependen de nós están en marcha, as outras están comprometidas, pero nada».

Una veterana de la consellería para ser la nueva número dos de la sanidad gallega  

Licenciada en Medicina por la Complutense de Madrid, Estrella López -Pardo es especialista en salud pública y ocupó numerosos cargos en la estructura directiva del Sergas. Fue subdirectora xeral de Planificación Sanitaria y de Avaliación Asistencial. Además, desempeñó puestos directivos en dos gerencias, la de Santiago y la de Pontevedra-O Salnés antes de recalar de nuevo en la Consellería de Sanidade al frente de un departamento a estrenar, la Dirección Xeral de Planificación e Reforma Sanitaria, creada para diseñar el futuro de la sanidad tras la pandemia, y sobre todo la atención primaria. 

Es precisamente en este nivel asistencial en el que estaba embarcada López-Pardo con proyectos como el sistema XIDE de atención a la demanda, las agendas de calidad o la aplicación CRM100 para devolver las llamadas perdidas a los pacientes. Sin embargo, todos estos cambios no han sido recibidos con los brazos abiertos por los profesionales. De hecho, el sistema XIDE -por el que el personal administrativo orienta al paciente hacia el profesional más adecuado a través de un cuestionario- fue muy criticado por los colegios médicos de Galicia que entienden que puede vulnerar el derecho de confidencialidad.

Tras poco más de un año en ese cargo, esta lucense da un salto para ocupar la gerencia del Sergas, dejando su puesto al exgerente relevado de Pontevedra, en una extraña carambola de cambios en la cúpula.

Una amenaza de huelga precipitó la llegada de José Flores al área de Pontevedra, su «casa profesional»

El relevo al frente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés era cuestión de días. Pero nadie (o casi nadie) esperaba que el nuevo responsable fuera a ser el ya exgerente del Sergas, José Flores Arias (Santiago, 1971). Fuentes sanitarias consultadas por La Voz indicaron que no había muchos candidatos para sustituir a José Ramón Gómez Fernández (Teo, 1959), que llevaba al frente de la dirección desde febrero del 2017. Desde Sanidade apuntan que el Sergas escucha a todos y toma decisiones libremente, sin ceder a presiones. Pero lo cierto es que el punto de no retorno se produjo el pasado 22 de julio cuando cinco sindicatos con mayoría en la junta de personal y que no están en la mesa sectorial dieron un ultimátum a la Xunta para iniciar una negociación en siete días que evitara una huelga de trabajadores. El primer punto para seguir avanzando era el cese del equipo directivo. La saturación de urgencias de Montecelo a principios de julio -agravada por el cierre de camas hospitalarias para ingreso-, las demoras en los traslados de ambulancias y, sobre todo, el descubierto y el baile de facultativos en los PAC fueron los desencadenantes.

El martes José Flores se sentaba en Santiago con esas cinco centrales y se acordaban cambios inminentes en el equipo directivo. Ayer el Sergas hacía público el nombramiento del propio Flores como gerente del área sanitaria de Pontevedra. Trascendía después la dimisión de la directora asistencial y número dos, Sonia Fernández-Arruty Ferro. El nuevo responsable intentará aplacar los ánimos de sindicatos y trabajadores, con el reto del nuevo hospital en marcha. Sus primeras palabras fueron una mezcla de sensaciones encontradas. «É triste despedir a un xestor que foi para min tamén unha referencia nos primeiros momentos da miña carreira profesional, como é José Ramón [Gómez], que ten un labor demostrado exquisito nestes case seis anos dunha xestión formidable. Deixa un área cun dos mellores números da sanidade galega, cun proxecto iniciado, ambicioso, dese Gran Montecelo, que continuarei e tentarei de facelo coa mesma calidade, entrega e cariño que el», dijo. Añadió que también está alegre por volver a la que es «a miña casa profesional»: «Sigo tendo a miña praza base aquí, no 061 de Pontevedra. É unha ledicia volver a esta casa e contar con que todo o mundo participe e aporte».